Francia desoye las protestas y da el primer paso para aprobar la reforma de las pensiones de Macron

La adopción en primera lectura del texto por parte del Senado se produjo horas después de una nueva jornada de movilizaciones contra la reforma de las pensiones. Entre 360.000, según la policía, y un millón de franceses, según los sindicatos, salieron a las calles el sábado para decir no una reforma que pretende retrasar la edad de jubilación a los 64 años, frente a los 62 años actualmente.

Tras su adopción en primera lectura el Senado, una comisión mixta paritaria, formada por siete senadores y siete diputados, deberá el miércoles ponerse de acuerdo sobre un texto definitivo. Los sindicatos no dan su brazo a torcer y han convocado para ese día otra jornada de paros y protestas contra la reforma de las pensiones.

El texto acordado por la comisión mixta deberá ser sometido a votación el jueves en las dos cámaras del Parlamento galo para su adopción definitiva o no, según el nuevo calendario parlamentario. La adopción del texto en la Asamblea Nacional es incierta. El gobierno no tiene mayoría absoluta en la Cámara baja y los diputados de Los Republicanos (derecha moderada) están divididos sobre la cuestión.

El Ejecutivo confía en lograr los votos suficientes para aprobar el texto en la Asamblea Nacional sin tener que recurrir al famoso artículo 49.3 de la Constitución, que permitiría adoptar la reforma sin voto en la Asamblea Nacional. Pero no está claro que lo logre. Podrían quedarse cortos de votos.

Bruno Retailleau, presidente del grupo de Los Republicanos en el Senado, considera que la primera ministra tiene ante sí «un dilema corneliano», es decir, está obligado a escoger entre dos acciones que tendrán un efecto perjudicial contra el gobierno: «la ruleta rusa» de un voto en la Asamblea Nacional o recurrir al controvertido artículo 49.3 y forzar la aprobación de la reforma sin el visto bueno de los diputados.

«Utilizar el artículo 49.3 me parecería increíble y peligroso», advirtió el sindicalista Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), en una entrevista en Le Journal du Dimanche.

La Asamblea Nacional no llegó a votar el texto en primera lectura por falta de tiempo debido a las miles de enmiendas presentadas por La Francia Insumisa, el partido izquierdista de Jean-Luc Mélenchon. Siete de cada diez franceses (70%,+3) se oponen a la reforma de Macron, según un sondeo reciente del instituto Elabe para BFMTV. Pese a la impopularidad de la reforma de Macron, los franceses son pesimistas con que vayan a conseguir con las protestas que el gobierno retire el texto. El 78% de los encuestados considera que la reforma de las pensiones será aprobada, según el mismo sondeo.