Fracasa la reunión entre el Gobierno francés y los sindicatos sobre la reforma de las pensiones

Los ocho sindicatos galos han presentado un frente unido contra la reforma de las pensiones. Exigieron una vez más la retirada «pura y simple» de la reforma de Macron, que consideran «injusta y brutal». Borne, sin embargo, no ha dado su brazo a torcer y ha insistido en «la necesidad» de esta reforma. El texto está siendo actualmente examinada por el Consejo Constitucional, el cual deberá pronunciarse el próximo 14 de abril sobre legitimidad de la propuesta y la admisibilidad de la petición de convocar un referéndum de iniciativa compartida (RIP).

«Tenemos la impresión de que el Gobierno vive en una realidad paralela. Hace falta aterrizar, hace falta mirar lo que pasa en el país, la ira sorda en el país», ha dicho Sophie Binet, la nueva secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT).

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Beatriz Juez

El pulso continuará mañana en las calles con una nueva jornada de paros y manifestaciones contra la reforma, la undécima desde que comenzaron las protestas el 19 de enero. La CGT ya ha calentado este miércoles motores al desplegar una pancarta gigante en el Arco del Triunfo de París con un mensaje claro: «No a los 64» años de edad mínima para jubilarse, frente a los 62 actuales. Macron seguirá la protesta a distancia, ya que se encuentra de viaje en China.

El Gobierno movilizará el jueves en las protestas a 11.500 policías y gendarmes en todo el país, de los que 4.200 en París. El pasado 28 de marzo había 13.000 agentes, de los que 5.500 en la capital. El ministro del Interior, Gérarld Darmanin, ha denunciado que Francia vive «un aumento extremadamente fuerte de la violencia por parte de la ultraizquierda», como se ha visto en las últimas manifestaciones contra la reforma de las pensiones y en la protesta ecologista de Sainte-Soline el 25 de marzo contra la construcción de una balsa de riego.

Según Darmanin, en estas protestas no ha habido problemas de mantenimiento del orden ni violencia policial, como denuncia el partido izquierdista La Francia Insumisa, sino que los agentes han tenido que enfrentarse a manifestantes muy violentos de extrema izquierda. Desde el 16 de marzo se han registrado numerosos incidentes violentos en manifestaciones autorizadas y en protestas espontáneas. El balance: 1.851 detenidos, 299 ataques contra edificios públicos, 132 ataques contra oficinas de parlamentarios en sus circunscripciones electorales, 33 denuncias de miembros de Gobierno por amenazas e injurias y más de 2.500 incendios en la vía pública, 58 vehículos quemados y 13 incendios en edificios, ha precisado el ministro.