La extrema derecha presenta dos nuevos candidatos a la presidencia de Rumanía

«Con su aval, vamos a tomar la antorcha», declaró en Facebook el jefe del partido AUR, George Simion, quien era la figura nacionalista más establecida en el país antes del ascenso fulgurante de Georgescu, a quien ahora se refiere como «presidente electo».

Para asegurarse de que su campo político sigue en la carrera y por desconfianza hacia las instituciones, Simion reveló una estrategia inédita. Apareció en un vídeo al lado de la representante del Partido de la Juventud (POT), Anamaria Gavrila, de 41 años, para anunciar dos candidaturas. Ambos se presentarán si logran reunir las 200.000 firmas necesarias de aquí al sábado, por lo que llamaron a los partidarios de Georgescu a «apoyarlos».

Pero, según anunció Gavrila, «si los dos expedientes son validados, uno de nosotros se retirará» para dar más posibilidades a la extrema derecha. «Debemos proporcionarle a este movimiento soberanista todas las oportunidades», añadió. «Hay muy poco tiempo», apremió Simion, quien cuestiona que las elecciones vayan a producirse en un contexto constitucional y democrático, después de las últimas decisiones de la Justicia rumana.

No en vano, el pasado martes, el Tribunal Constitucional ratificó la decisión de la comisión electoral de rechazar la candidatura de Georgescu -a quien las encuestas le otorgaban en torno al 40% de los votos- tras la causa de la Fiscalía contra él por la supuesta financiación irregular de su campaña en las anuladas elecciones de noviembre de 2024 e implicación en una organización fascista.

Georgescu, que sorprendió al encabezar la primera vuelta de aquellas elecciones, fue rechazado definitivamente por las autoridades y pidió continuar el combate «pacíficamente» en las urnas.

Simion, cuya formación es la segunda del Parlamento, es admirador de Donald Trump, se define como «patriota», se opone a la ayuda militar a Ucrania, a los derechos de los LGBT+ y defiende una «Europa soberana de las naciones».

Rumania, país miembro de la UE y de la OTAN, está poco habituado a estos sobresaltos políticos, pero entró en una etapa de incertidumbre tras la irrupción en la escena política de Georgescu. Las elecciones de mayo tratarán de ponerle fin.