El exlíder unionista Jeffrey Donaldson acusado de once delitos sexuales

Aunque la identidad de las dos denunciantes es conocida por buena parte de la sociedad norirlandesa, la apertura de diligencias policiales y judiciales ha llevado a la promulgación de una orden que prohíbe dar información que contribuya a que sean identificadas. Tanto Donaldson como su esposa han manifestado a través de sus abogados su intención de «rechazar vigorosamente» los cargos.

El más grave es de violación, el segundo es de abuso sexual grave y los nueve restantes son de agresión sexual. Se habrían cometido en un periodo de veinte años y, en la versión publicada por el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), habrían ocurrido en un tiempo 'no reciente'. El caso ha provocado atención de medios irlandeses y extranjeros ante el juzgado.

Una aglomeración de personas esperó a que Donaldson saliera del jurado tras la breve vista judicial y quizás le habrían linchado sin la intervención de la Policía. Es posible que entre los agitadores hubiese allegados a las denunciantes. Los policías llevaron al exlíder del DUP de nuevo al edificio del tribunal, de donde salió luego en un vehículo.

En su primera comparecencia judicial tras su arresto, el juez prohibió a la pareja que mantuvieran contacto. Donaldson ha residido desde entonces en un apartamento en el este de Londres, y su mujer en la vivienda familiar, no muy lejos de Newry. El juez les permitió ayer compartir techo, pero no pueden ponerse en contacto con testigos de la acusación.

El anuncio del arresto de Donaldson, el pasado Viernes Santo, sacudió a la sociedad norirlandesa y a la gobernación de la compleja provincia. Instituciones en Belfast y en Londres se movilizaron para evitar que el edificio de la autonomía, recientemente restaurada, se desmoronase de nuevo. El consejo de altos cargos del DUP nombró líder temporal, ese mismo día y por unanimidad, al vicelíder, Gavin Robinson.

La decisión del tribunal de Newry de citar a los acusados a una vista de tramitación, el 22 de mayo, sugiere que el proceso puede extenderse unos cuantos meses. La cooperación entre los partidos en la Asamblea de Belfast promueve confianza en la resistencia de las instituciones, pero las circunstancias internas del DUP no son robustas.

Robinson era mano derecha de Donaldson en la negociación del acuerdo con el Gobierno de Londres que permitió la restauración del Parlamento y del Ejecutivo. Pero lo que miembros disidentes del DUP describen como el 'acuerdo de Donaldson' no ha eliminado las trabas físicas con el resto del Reino Unido, necesarias para que la provincia se mantenga en el mercado común.

Los controles aduaneros continúan y avanza la construcción de nuevos puestos fronterizos en el puerto de Larne. En el consejo de altos cargos, sin la presencia de Donaldson, hay una diferencia de 6 contra 5 en favor del acuerdo. Y, en algún momento, el DUP tendrá que convocar al Ejecutivo para ratificar a Robinson como líder.

Más tensiones entre Dublín y Londres, que colaboran en el sostenimiento de la autonomía de Belfast, pueden emerger tras el anuncio el martes, por parte de la ministra de Justicia del Gobierno irlandés, Helen McEntee, de que el 80% de los solicitantes de refugio que recibe Irlanda procede del Reino Unido y llega a Irlanda ahora desde la provincia del norte y por carretera