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Los continuos llamamientos del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a aumentar el gasto militar han servido para que veintitrés países aliados cierren el año con una inversión en Defensa por encima del 2% de su Producto Interior Bruto (PIB), frente a los diez ... que lo lograron en 2023. España, por el contrario, se sitúa a la cola de esta lista, siendo el país aliado que menos porcentaje de su PIB destina a este fin, con un 1,28%.
El país se sitúa, de este modo, lejos del objetivo fijado por la alianza. En la zaga también están Canadá, Bélgica, Luxemburgo y Eslovenia. Por el contrario, los aliados que más gastan son Polonia (4,12%), Estonia (3,43%) y Estados Unidos (3,38%). Es más, los datos proporcionados por la Alianza Atlántica, muestran un rearme de los países aliados tras la invasión rusa de Ucrania, que ha llevado a la OTAN a duplicar su gasto militar este año, hasta el 17,9%.
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En su reunión con el presidente estadounidense, Joe Biden, Stoltenberg apuntó que «se trata del mayor aumento en décadas», lo que demuestra que los países miembros de la OTAN están dando «un paso adelante» y «asumiendo su responsabilidad». El noruego ya ha expresado en numerosas ocasiones sus intenciones para que el gasto del 2% sea considerado «un suelo y no un techo».
La alianza militar, poco dada a la improvisación, trata de pavimentar el camino hacia su cumbre de Washington, que se celebrará del 9 al 11 de julio. La cita servirá para designar al próximo secretario general de la OTAN, en sustitución de Stoltenberg, y Hungría anunció este martes que apoyará la candidatura del primer ministro neerlandés Mark Rutte. Viktor Orbán anunció que respaldará las aspiraciones de Rutte, después de que éste le asegurara por carta que respetará la decisión de Budapest de no participar en el apoyo a Ucrania.
Los dos líderes se reunieron en los márgenes del encuentro informal de líderes de la Unión Europea (UE) del lunes en Bruselas. Rutte también se vio con los dirigentes de Rumanía y Eslovaquia, los otros dos aliados que aún no habían apoyado su candidatura a jefe de la OTAN.
En el caso de Hungría, parte de su rechazo a Rutte se debía a unas declaraciones del primer ministro neerlandés sobre la normativa húngara que prohibía dar charlas sobre homosexualidad en los colegios húngaros, algo que Orbán consideró un insulto.
En su carta de este martes, Rutte destaca el «valioso» papel de Hungría dentro de la alianza militar como estabilizador de la región y reconoce la labor del país en la guerra de Ucrania, acogiendo a miles de refugiados. Asegura, igualmente, que respetará el pacto entre Stoltenberg y Orbán para que el país quede exento de participar en el apoyo militar y económico a Kiev.
La respuesta de Orbán no se hizo esperar: «Hungría está dispuesta a apoyar la candidatura del primer ministro Rutte a la secretaría general de la OTAN», aseguró el dirigente húngaro. Este martes, Eslovaquia anunció que también respaldará al primer ministro neerlandés como próximo secretario general de la Alianza. De este modo, poco a poco los líderes van cerrando filas alrededor de Rutte, siendo el aspirante que más apoyos cosecha
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