El Ejército de Moscú mata a veinte civiles al bombardear un edificio de viviendas en Odessa

«Entre las víctimas hay médicos y personal de rescate que se encontraban en plenas tareas cuando se han visto sorprendidas por un segundo proyectil», señaló anteriormente el ministro del Interior, Igor Klimenko, a través de su cuenta de Telegram. «Lamentablemente también tenemos bajas entre el personal de la Policía Nacional. Luchadores fuertes y valientes», lamentó.

La operación del Kremlin formaba parte, según Ucrania, de una oleada de ataques sobre la región de Odessa desde el territorio de la península de Crimea, bajo control de Moscú desde 2014. De acuerdo con la portavoz de las Fuerzas de Defensa del Sur, Natalia Humeniuk, uno de los artefactos -un misil de modelo Iskander «muy difícil de derribar»- golpeó un edificio residencial de tres pisos.

Por su parte, Naciones Unidas expresó su consternación por esta nueva tragedia, que se produjo «en medio de un ajetreado viernes» y «seguido inmediatamente por otro ataque» cuando los servicios de rescate ayudaban en el anterior. «La pérdida de vidas y las heridas infligidas a civiles y a quienes arriesgan desinteresadamente sus vidas para salvarlas es absolutamente inaceptable», enfatizó la coordinadora humanitaria para Ucrania, Denise Brown. «El Derecho Internacional exige la protección de la población civil», apuntó.