Un avión de Catar, arriba, junto a otra aneronave de Singapur. Efe

Doce heridos por las turbulencias en un vuelo entre Catar e Irlanda

El incidente se produce en la misma semana en la que un pasajero falleció por las sacudidas provocadas por las corrientes de aire en un avión de Singapore Airlines

Domingo, 26 de mayo 2024, 16:27

Seis pasajeros y seis miembros de la tripulación han resultado heridos este domingo debido a las turbulencias durante un vuelo de Qatar Airways que despegó en Doha (Catar) con destino a Dublín (Irlanda), según informan fuentes del el aeropuerto de la capital irlandesa. El avión, ... un Boeing 787-9, fue sacudido por fuertes corrientes de aire mientras sobrevolaba Turquía y pudo aterrizar «de forma segura» en Dublín. Los servicios de emergencia han atendido a los heridos.

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Según la emisora irlandesa RTE, que se ha puesto en contacto con varios pasajeros, el zarandeo duró menos de 20 segundos y ocurrió durante el servicio de alimentos y bebidas. Desde 2009 hasta 2018, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE. UU ha constatado que las turbulencias representan más de un tercio de los accidentes aéreos. En algunos casos, hay heridos, alguno grave, pero no provocan daños en las aeronaves

Este suceso se produce pocos días después de las violentas turbulencias que causaron un muerto y casi un centenar de heridos en un vuelo de Singapore Airlines entre Londres y Singapur. El avión tuvo que ser desviado a Bangkok, Tailandia, para que los afectados pudieran ser tratadas. Cinco de los heridos siguen en cuidados intensivos.

Cada vez más incidentes

Los incidentes causados por las turbulencias han registrado un incremento. Los científicos lo achacan al efecto del cambio climático y al calentamiento de la atmósfera. Hasta ahora, este tipo de fenómenos habían provocado heridos. Pero el pasado lunes, Geoff Kitchen, un ciudadano británico de 73 años, murió durante el vuelo de Singapore Airlines que había salido desde Londres y se dirigía al país asiático.

El pánico se adueñó del avión cuando, por culpa de las corrientes de aire, descendió bruscamente desde una altitud de 11.300 metros a 9.500. No todos los viajeros tenían puesto el cinturón de seguridad y algunos impactaron contra el techo o salieron despedidos por el pasillo de la aeronave. La angustia de la situación fue el detonante del infarto que acabó con la vida de Geoff Kitchen.

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