150 detenidos en la segunda noche de disturbios por la muerte de un joven en París a manos de la Policía

Tras la muerte de Nahel se registraron fuertes disturbios en Nanterre, Asnières, Colombes, Suresnes, Clichy-sous-Bois y Mantes-la-Jolie, en la periferia de París. Solo en la primera noche 24 policías resultaron heridos, 42 vehículos incendiados y un local municipal destruido.

«Mi hijo era todo para mí», dijo en un vídeo difundido en las redes sociales Mounia, la madre de Nahel. La familia del joven fallecido ha convocado para este jueves una marcha blanca en su memoria. «Nada justifica la muerte de un joven», señaló, por su parte, desde Marsella el presidente, Emmanuel Macron, quien expresó «la emoción de la nación entera» ante lo ocurrido. «Es necesaria calma para que se haga justicia y calma en general porque no necesitamos tener una conflagración y que se degrade la situación», añadió el jefe de Estado, quien consideró «inexplicable e inexcusable» el fallecimiento de este adolescente a manos de la Policía.

Nahel, de 17 años, falleció en un control de tráfico. Dos policías motorizados pararon a las 8.30 horas un Mercedes AMG amarillo en el que viajaban tres personas. El conductor aceleró para huir y uno de los funcionarios disparó contra él. El joven, que carecía de carnet, recibió un tiro a bocajarro, perdió el control y el vehículo acabó empotrado contra un poste a unos metros del lugar del incidente. A pesar de los intentos de reanimarle, a las 9.15 se certificó la muerte de Nahel.

Un vídeo ampliamente difundido en las redes sociales cuestionó la primera versión de la Policía, que había justificado su actuación diciendo que el conductor había intentado atropellarlos. Uno de los viajeros del vehículo ha sido detenido y otro se dio a la fuga.

Tanto la primera ministra, Élisabeth Borne, como el ministro del Interior, Gérald Darmanin, calificaron de «chocantes» las imágenes de la muerte de Nahel en el control. Muestran, según Borne, «una intervención que aparentemente no se realiza conforme a las reglas».

El agente que mató de un disparo a Nahel se encuentra detenido. La Fiscalía de Nanterre ha impulsado una investigación por «resistencia a la autoridad» y «tentativa de homicidio voluntario sobre persona depositaria de la autoridad pública». Asuntos Internos de la Policía se encarga de la otra abierta por «homicidio voluntario por persona depositaria de la autoridad pública».

La muerte de Nahel ha provocado una fuerte conmoción en Francia. La Asamblea Nacional guardó un minuto de silencio en memoria del joven fallecido. El trágico incidente también reabre el debate sobre el uso excesivo de la fuerza policial. «Sea cual sea la situación, nada justifica que se mate a alguien», opinó Jean-Luc Mélenchon, excandidato presidencial de La Francia Insumisa, el equivalente de Podemos en este país. «La pena de muerte no existe en Francia. Ningún policía tiene el derecho a matar salvo en legítima defensa», añadió Mélenchon, quien abogó por una reforma en profundidad de las fuerzas de seguridad y exigió que se haga justicia.