Soldados italianos y vehículos blindados participan en un simulacro militar de la OTAN en Bulgaria. REUTERS

La OTAN insta a incrementar el gasto en Defensa ante la amenaza rusa

Los países bálticos proponen destinar un 3% del PIB mientras Alemania o Bélgica, que apenas superan el 1%, rechazan la medida

diana martínez

Sábado, 7 de enero 2023, 20:57

Desde la Segunda Guerra Mundial, aumentar el gasto en Defensa ha sido uno de los valores más relevantes de los gobiernos occidentales. Y la guerra que comenzó Rusia el pasado 24 de febrero, cuando el presidente Vladímir Putin ordenó invadir Ucrania, ha vuelto a poner ... de manifiesto la importancia de cubrirse las espaldas. Sin deseos de entrar en un nuevo conflicto internacional, los líderes europeos tienen más claro que nunca la locución latina 'Si vis pacem, para bellum' (si quieres la paz, prepara la guerra). Ante el cambio de paradigma mundial que ha puesto sobre la mesa la amenaza rusa, la OTAN ve necesario acelerar los planes para mejorar su arsenal, por lo que ha anunciado nuevas negociaciones con los países miembro sobre el aumento del presupuesto en materia de Defensa.

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«Algunos aliados están fuertemente a favor de subir el objetivo del 2% y convertirlo en un mínimo», alegó el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, quien apostó que los Estados miembro lograrán llegar a un acuerdo al respecto de cara a la próxima cumbre, prevista para julio. Gobiernos como los de Polonia, Lituania y el Reino Unido se han mostrado a favor de aumentar la financiación, pero la medida no provoca el agrado de aquellos cuyo gasto ni siquiera alcanza aún el objetivo del 2%, como son Alemania, Bélgica o Canadá.

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Los países bálticos ya han tomado la delantera. Lituania apostó por gastar al menos mil millones de euros con proveedores estadounidenses y germanos con el fin de modernizar sus capacidades militares. Y la iniciativa será duradera. El plazo para que finalicen estos contratos con «socios estratégicos» se prevé «en 2027», auguró el asesor del Ministerio de Defensa lituano, Martynas Bendikas, quien afirmó que, durante este «programa de modernización», «la capacidad de las Fuerzas Armadas se verá cada vez más reforzada, al igual que la capacidad defensiva» del país, que actualmente destina un 2,03% del PIB al gasto militar. A ese respecto, ha establecido lograr un mínimo del 2,52% y, según adelantó la primera ministra, Ingrida Simonyte, podría haber gastos suplementarios en proyectos específicos que podrían incrementar la cifra hasta el 3%.

Dotación extra

Las consecuencias de la táctica de Putin en Ucrania también se han dejado ver en Estonia, cuyo Gobierno incrementó desde la invasión su gasto en Defensa con una dotación extra de 476 millones de euros. Con estos fondos, se refuerzan seis áreas: armamento antiaéreo de corto alcance, arsenal antitanque, artillería, conocimiento de la situación (radares y sensores), infraestructura para los aliados y duplicación de efectivos de la Liga de Defensa. Con esta medida, mediante la cual se eleva el gasto del 2,33% al 2,59%, el presupuesto en Defensa se ha convertido en «el mayor» de su historia. Y se han propuesto alcanzar el 3% en 2024.

El mismo objetivo se ha puesto Letonia, que actualmente destina poco más del 2% del PIB. El ministro de Defensa, Artis Pabriks, ya lanzó una advertencia sobre la amenaza de Putin a primeros de 2022. «Vemos que la política exterior rusa ha cambiado a peor», dijo un mes antes de que comenzara la guerra. «Ucrania es solo un medio para avanzar. El objetivo es dividir a la Unión Europea y a la OTAN para que Moscú pueda dominar estratégicamente. Ya no es cuestión sólo de Ucrania, sino de la unidad de todo Occidente», alertó, tras pedir un incremento del 2% al 2,5% en la defensa nacional.

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Polonia también ha dado pasos para reforzarse. Mediante un nuevo proyecto de ley, el Gobierno busca incrementar el gasto militar al 3% este año –actualmente la cifra se sitúa en el 2,1%– con un presupuesto de 20.500 millones de euros, así como doblar con creces el número de soldados. De esa manera, quiere alcanzar más de 250.000 efectivos (hoy en día cuenta con 100.000). La iniciativa también pretende fomentar el desarrollo de una industria nacional de armamento, mejorar los salarios de los militares y conceder créditos estatales para adquirir más arsenal.

Dinamarca, por su parte, ha presentado una polémica propuesta que ya ha suscitado críticas: eliminar un festivo nacional. Se trata del 'Store Begedag' –el día de la Gran Oración o Día de Oración General–, un festejo que se celebra el cuarto viernes después de Pascua. La curiosa medida permitiría, según la primera ministra, Mette Frederiksen, aumentar la actividad económica y la productividad, lo que conllevaría a lograr el objetivo de ese 2% –actualmente se sitúa en el 1,41%–.

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«Hay una guerra en Europa y tenemos que reforzar nuestras defensas. Eso requiere que todo el mundo contribuya un poco más», alegó la socialdemócrata danesa. No obstante, la propuesta ha suscitado críticas por numerosos políticos, la iglesia y otros agentes socioeconómicos, que aseguran que este festejo está vinculado a viejas tradiciones –data de 1686– y sería una desgracia perderlo.

Antes de 2026

El Gobierno sueco también se ha propuesto mejorar su nivel de defensa, aunque no de forma tan ambiciosa. Tras lograr la victoria en las urnas, el primer ministro, Ulf Kristersson, afirmó en octubre su intención de aumentar el gasto militar hasta el 2% del PIB antes de 2026. Actualmente apenas supera el 1%.

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Con el fin de «salvaguardar la libertad y la seguridad por medios políticos y militares», la OTAN recomienda a sus Estados miembro destinar el 2% de su PIB a Defensa, pero solo diez países cumplen ese requisito, según los datos ofrecidos en marzo por la organización. Grecia corona la lista con el 3,82%. Le siguen Estados Unidos, Croacia, el Reino Unido, Estonia, Letonia, Polonia, Lituania, Rumanía y Francia, con cifras que van desde el 3,52% al 2,01%. Por debajo del umbral, a pocas décimas de lograr el objetivo de la Alianza Atlántica, se encuentran Noruega (1,85), Montenegro (1,74) y Eslovaquia (1,73). Bélgica y España apenas superan el 1%, mientras que el país que destina menos a Defensa es Luxemburgo, con el 0,57%.

La realidad geopolítica ha evidenciado la importancia de aumentar el presupuesto a este destino para protegerse las espaldas en caso de estallar un nuevo conflicto. Pero aunque aún les queda trabajo por delante a los gobiernos para alcanzar ese objetivo, todo apunta a que ese esfuerzo no será suficiente y que habría que aumentar aún más el gasto. Ya lo advertía Stoltenberg en junio, al asegurar que «el 2% del PIB se considera cada vez más el suelo, no el techo».

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