Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia en los últimos ocho años, anunció este miércoles su dimisión, que tendrá lugar cuando el Partido Nacional Escocés (SNP) elija un nuevo líder en los próximos días. La noticia sorprendió a sus seguidores y a la clase política británica ... porque la líder independentista adelantó su intención de renunciar a sus cargos una hora antes de hacerlo público.
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El discurso de Sturgeon en Bute House, residencia oficial en Edimburgo de la jefatura del Ejecutivo autonómico, tiene similitudes con la dimisión, en enero, de la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern. Si ésta justificó su marcha porque se le había vaciado el depósito, la escocesa confesó que no se ve con la suficiente energía para afrontar los retos a los que se enfrenta su formación.
Inició sus palabras expresando su orgullo por ser la primera mujer que ha ocupado el cargo de ministra principal y de haberlo ejercido durante más tiempo. Accedió al liderazgo máximo de la autonomía en 2014, tras la renuncia de Alex Salmond cuando la mayoría de los escoceses rechazó la independencia en un ajustado referéndum.
«He sido ministra principal ocho años y viceministra principal durante casi ocho años más», dijo en su discurso. «Estos cargos son un privilegio, pero el trabajo es lógicamente duro. Y el de ministra principal es especialmente incesante. No espero que suenen los violines, pero la realidad es que soy un ser humano además de una política».
«Mi decisión se asienta en el sentimiento de deber y de amor por mi partido y sobre todo por mi país», añadió. Negó que renunciase por «los asuntos difíciles a los que se enfrenta ahora el Gobierno, porque no es así. Esta decisión -sentenció- llega tras una evaluación más profunda y de largo plazo». Seguirá siendo diputada en el Parlamento de Holyrood.
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El primer ministro británico, Rishi Sunak, y los líderes de los partidos escoceses emitieron agasajos rituales. Sunak sobre el largo tiempo de servicio público -ha sobrevivido a todos los líderes conservadores desde 2016- y sus rivales en Edimburgo han reconocido su dedicación al beneficio de Escocia. Los laboristas han sido señalados, quizá prematuramente, como los beneficiados por la dimisión.
La fuerza de la política escocesa se demuestra en las encuestas históricas de la firma YouGov. Señala que una mayoría tenía una opinión bastante o muy negativa sobre las políticas de los gobiernos de Sturgeon en sanidad, educación o economía, y, sin embargo, aumentaba su voto electoral. Fue muy popular durante la pandemia, aunque las cifras no reflejaban tal virtud en la gestión.
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En su anuncio afirmó que solo muy recientemente había comenzado «a comprender, ni siquiera a procesar, el impacto físico y mental» que tuvo el coronavirus. Añadió otro abrigo a su renuncia. Quizá quiere también justificar su insistencia en una reforma de la ley de cambio de género -reducción de 18 a 16 años y del tiempo de vida con el nuevo género, eliminación de certificados médicos...- que no es popular.
Salmond, que mantuvo con Sturgeon un duelo en los tribunales cuando el Ejecutivo de su sucesora le presentó cargos por múltiples acosos sexuales, afirma que ella se marcha dejando al movimiento independentista escocés sin una estrategia para avanzar hacia el referéndum. La cesante reconoció que no es la persona indicada para librar esa batalla.
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«Cuanto más tiempo duran los líderes más fija es la opinión sobre ellos, y es más difícil de cambiar», explicó. Dice estar convencida de que hay una mayoría para la independencia, «pero hay que solidificar ese apoyo y aumentarlo para que nuestra Escocia independiente tenga buenos cimientos». Y ella, la líder de quien todos tienen una opinión fija no se ve capaz «de llegar al otro lado de la división escocesa».
El Tribunal Supremo ha confirmado que las leyes no dan a Edimburgo poder para convocar un referéndum sin acuerdo con Londres. Sturgeon lo considera «escandaloso». Su alternativa es diputar las elecciones generales de 2024 con un solo punto en el programa: el apoyo al referéndum. El SNP elegirá nuevo líder y en marzo celebrará una conferencia especial para debatir sobre la independencia.
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