Una inesperada tormenta con granizo y fuertes ráfagas de viento atrapó el domingo por la tarde a una barca turística en mitad del lago Mayor, en el norte de Italia, cuando sus pasajeros celebraban un cumpleaños. La fiesta se convirtió en escasos minutos en tragedia ... con el fatal resultado de cuatro muertos. El último cuerpo ha sido rescatado en la mañana de este lunes a unos 25 metros de los restos del naufragio.
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En la embracación, una especie de casa flotante, viajaba más de una veintena de personas -italianas y extranjeras- a la altura de Lisanza, en el extremo sur del popular lago, a unos 85 kilómetros de Milán, cuando la nave se vio envuelta en un torbellino mortal que la volcó, según las primeras investigaciones. Los servicios meteorológicos preveían algunos chubascos para la tarde pero nada parecido a lo que vivieron estos pasajeros. Algunos llegaron a la orilla a nado aunque la mayoría fueron rescatados en el agua. Pero dos hombres y dos mujeres no lograron salir con vida de la tormenta.
Las víctimas mortales son una pareja de turistas italianos, un israelí y la mujer del capitán de la barca, de origen ruso. Su rescate se ha alargado varias horas en la oscuridad, lo que obligó a utilizar un helicóptero 'AW 139' de la Guardia Costera con detectores infrarrojos. Los dos primeros cuerpos fueron hallados el domingo por la noche, otro fue arrastrado a tierra por el bote de los bomberos ya al amanecer y el último desaparecido fue encontrado por los buzos de los Carabinieri en la mañana del lunes. «Tras las operaciones de búsqueda, se incicia la recuperación de la embarcación», ha informado el cuerpo de Bomberos de Italia.
La investigación del suceso corre a cargo de los Carabinieri de Varese y debe aclarar, por ejemplo, si la barca retrasó su regreso a pesar de la tormenta. El presidente de la región de Lombardia, Attilio Fontana, ha explicado que una ráfaga de aire causó el accidente de la nave.
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