Críticas en el G7 a China por su apoyo a Rusia y su política industrial

Rusia y China han acabado en el punto de mira del G7, cuya declaración final fue aprobada este viernes en la cumbre anual celebrada en la región italiana de Apulia. En el documento se refrenda el apoyo de las mayores democracias del mundo a Ucrania, concretado en el préstamo, anunciado el jueves, de 46.000 millones de euros avalados con los intereses de los activos rusos congelados en Estados Unidos y en la Unión Europea, sobre todo en Bélgica.

El texto con las conclusiones de la cumbre, de 36 páginas, aboga por mantener las sanciones ya existentes a Rusia, «mejorar la eficacia» del tope al precio del petróleo ruso y continuar con las medidas contra China y los otros países que ofrezcan apoyo material al ejército de Moscú. A Irán incluso se le amenaza con «medidas nuevas e importantes» si mantiene su sostén a Rusia en la guerra de Ucrania con «misiles balísticos y tecnología relacionada». Habrá igualmente represalias no detalladas, aunque calificadas como «acciones robustas», para aquellas naciones o instituciones financieras, como estarían haciendo algunos bancos chinos, que ayuden al Gobierno de Vladímir Putin a burlar las sanciones establecidas por los países miembros del G7: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.

Este exclusivo foro político y económico hace un llamamiento a China para que promueva «la paz y la seguridad», instándole así a presionar a Moscú para que ponga fin a la guerra en Ucrania. El G7 exige además a Pekín que desarrolle una política comercial «equilibrada» y que abandone las prácticas industriales que rompen el mercado, como las ayudas que ofrece a los productores locales de coches eléctricos. En los días previos a la cumbre, tanto la UE como Estados Unidos anunciaron la próxima imposición de nuevos aranceles para esos vehículos.

La declaración final de la cumbre celebrada en Apulia incluye una petición para que se establezca un alto el fuego en Gaza que permita la liberación de todos los rehenes en manos de Hamás, de manera que pueda avanzarse hacia una solución con dos Estados entre israelíes y palestinos. El G7 exige finalmente a las autoridades de Venezuela que se puedan celebrar elecciones «limpias» y cesen el «acoso de los opositores y el arresto de todos los presos políticos».

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