Enric Bonet
París
Domingo, 25 de agosto 2024, 21:14
Tras su sorprendente detención a última hora del sábado a su llegada en su jet privado al aeropuerto parisino de Le Bourget, el creador de Telegram, el multimillonario franco-ruso Pavel Durov, fue puesto a disposición de los jueces de instrucción franceses. La justicia gala ... investiga a Durov por su presunta complicidad en delitos de ciberacoso, tráfico de drogas y apología del terrorismo. Todos ellos derivados de la «impunidad» que reina en Telegram en nombre de la «libertad de expresión».
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Durov, de 39 años, y al que Francia otorgó la nacionalidad gala en 2021 por motivos políticos –abandonó Rusia en 2014 por las presiones del gobierno de Putin–, había viajado a París procedente de la capital de Azerbaiyán, Bakú, junto con su guardaespaldas y su secretaria y fue inmediatamente arrestado a su llegada al aeropuerto parisino. Los magistrados de instrucción deberán decidir ahora si lo imputan por los múltiples delitos por los que es investigado en Francia y por los que se le podría condenar a una pena de hasta 20 años de prisión.
El Ofmin, organismo policial galo encargado de luchar contra la violencia contra los menores, había iniciado una investigación sobre el creador de Telegram a la que se sumaron otras secciones de la Administración gala. En concreto, achacan a Durov, quien se presenta como un defensor de la libertad de expresión y contrario a cualquier tipo de censura, la falta de moderación en los 'chats' y su poca colaboración en la persecución de los delitos que utilizan su plataforma.
Esta aplicación de mensajería móvil se caracteriza por el cifrado de extremo a extremo de sus mensajes, lo que la ha convertido en una alternativa, junto a Signal, para aquellos usuarios que abandonan WhatsApp por su menor política de confidencialidad. Telegram cuenta con cerca de 900 millones de usuarios en el mundo, muchos de ellos en países del este de Europa, incluida Rusia.
La justicia gala está gestionando con discreción este asunto, que tiene una gran repercusión internacional. Algunas de las críticas más airadas a la detención del multimillonario franco-ruso procedieron del magnate Elon Musk, propietario de Tesla y de la red social X. «Libertad, ¡Libertad¡, ¿Libertad?», escribió con sorna en su cuenta de su red social haciendo un juego de palabras con la divisa republicana francesa. También lanzó la etiqueta #freepavel (Liberad a Pavel) e ironizó con que en Europa en 2030 «a uno podrán ejecutarlo por haberle dado me gusta a un meme».
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El arresto del creador de Telegram amenaza con envenenar las ya de por sí conflictivas relaciones entre Francia y Rusia. La embajada rusa en París acusó a las autoridades galas «de no cooperar» con Moscú en relación con esta detención. La comisaria rusa de Derechos Humanos, Tatiana Moskalkova, dijo que se trata «de un intento para cerrar Telegram, una plataforma de internet donde se puede conocer la verdad de acontecimientos que suceden en el mundo».
Nacido en San Petersburgo en 1984, Durov se fue de Rusia en 2014 tras un conflicto con las autoridades del país por el control de VKontakte, la primera empresa del sector digital creada por el conocido como 'Mark Zuckerberg ruso'.
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