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Johana Gil
Viernes, 3 de marzo 2023, 16:42
Justo un año después del bombardeo de una torre de comunicaciones en Kiev por el ejército ruso, el piloto que ejecutó el ataque ha sido condenado a doce años de prisión. Ha sido declarado culpable de violar las leyes y costumbres de la guerra al ... lanzar varios misiles contra un objetivo civil, según ha informado este viernes la Fiscalía General de Ucrania. La imagen de la gigantesca antena desplomada y de la gran columna de humo en el lugar donde se alzaba la torre, de 385 metros de altura, se convirtió en un símbolo de la avanzada rusa hacía la capital ucraniana seis días después del inicio de la invasión. El responsable fue un joven teniente coronel, Maxim Christopher, quien fue arrestado una semana después del bombardeo cuando su avión SU-34 fue derribado por militares de la Guardia Nacional y salió expulsado de la cabina.
El piloto recibió la orden de destruir la torre con el fin de bloquear el acceso a la información sobre lo que ocurría en las zonas de combate. La intención era suprimir los ataques informativos contra las instituciones y los ciudadanos rusos. El bombardeo recibió posteriormente la condena de las autoridades locales, así como de las internacionales, por dirigirse a una infraestructura sin fines militares. En la estación no se guardaba arsenal bélico ni habían unidades de las Fuerzas Armadas, por lo que era considerada como un área segura.
El piloto disparó varios misiles con una carga de dos toneladas de explosivos. Aparte del desplome de la antena, el edificio administrativo de la torre también resultó dañado, así como los equipos de comunicación de tres empresas, por lo que la Justicia ucraniana también ha resuelto este viernes las demandas de los civiles y ha reconocido que resultaron afectados por un montante de más de 28.000 euros.
Maxim Christopher militó en el ejército como subcomandante de una unidad de la Fuerza Aérea. Los investigadores del ataque identificaron su avión en base a comunicaciones interceptadas por los servicios de espionaje. Casualmente, una semana más tarde cayó en un combate aéreo Christopher logró eyectarse y usar el paracaidas, pero las tropas ucranianas le detuvieron nada más tocar tierra. Tras su arresto, confesó que a él y otros pilotos les advirtieron en enero de la inminente invasión a Ucrania y entonces iniciaron su entrenamiento. Asimismo, explicó ante la Fiscalía ucraniana que pudo haber evitado el ataque a objetivos no militares, pero por su fidelidad a Rusia siguió adelante con la orden de disparar a la torre. En total, ocho proyectiles impactaron contra la torre, lo que provocó la muerte a cinco personas. La señala de televisión también quedó interrumpida. Era una clara advertencia de que los invasores habían recrudecido la ofensiva.
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