Las protestas en la república rusa de Bashkortostán, más conocida desde la época soviética con el nombre de Bashkiria, que comenzaron el miércoles en la localidad de Baimak, se extendieron este viernes a Ufá, la capital de este ente territorial ruso que cuenta con más ... de cuatro millones de habitantes. Las redes sociales muestran vídeos de miles de personas protestando -al menos 2.000, según medios locales- y a los antidisturbios reprimiendo la manifestación, la más importante en el país desde que comenzó la invasión de Ucrania, con porras, gases lacrimógenos y deteniendo a decenas de los concentrados.
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Resulta que este miércoles se hizo pública en Baimak la sentencia a cuatro años de cárcel contra Fail Alsinov, de 37 años, un activista local contrario a la explotación de los recursos naturales de la república por parte de Moscú. El motivo de la condena ha sido «incitar al odio entre etnias». El gobernador de Bashkiria, Radi Jabírov, dijo el jueves que «te puedes poner la máscara de activista medioambiental, de patriota, pero en realidad la situación es otra. Un grupo de gente, algunos de los cuales están fuera del país, principalmente por traidores, están pidiendo que la región se separe de Rusia. Quieren organizar una guerrilla».
Jabírov reconoció que la sentencia contra Alsinov ha sido «severa», pero hizo hincapié en el hecho de que él es uno de los líderes de la organización nacionalista Bashkort, declarada «extremista» y prohibida desde 2020. El gobernador afirmó que la parte de la culpa de que la situación haya llegado a tal punto la tienen las autoridades «porque no hemos sabido explicar a la población quién es Alsinov y qué pretenden sus partidarios (…) no hemos sabido aclarar la esencia real del contenido que quieren transmitir».
Lo cierto es que Alsinov es popular por sus proclamas en contra de la explotación «abusiva» de los recursos energéticos de Bashkiria y por sus críticas contra la guerra en Ucrania. Milita en organizaciones de corte nacionalista desde 2008, primero en el grupo Kuk-Buré, del que llegó a ser vicepresidente, y, desde 2014, en Bashkort como uno de sus fundadores. Organizó numerosas acciones de protesta, lo que hizo que fuera arrestado en varias ocasiones. En 2023, Alsinov encabezó una movilización en la aldea de Ishmúrzino, en las montañas de Irendik, en contra de los trabajos de exploración geológica en la zona. Muchos le consideran un héroe por defender la lengua, la cultura y los derechos de la etnia bashkir, la cual, según declaró el año pasado, «ninguno de sus miembros debe ser enviado a luchar a Ucrania porque esa no es nuestra guerra».
Pero lo que sirvió de argumento para presentar la demanda que le ha llevado a prisión fue, según Jabírov, la proclama «insultante» que lanzó en Ishmúrzino, al parecer, en contra de chechenos, armenios, caucasianos en general y centroasiáticos, todos ellos trabajadores de las empresas que llevaron a cabo las prospecciones para la extracción de oro y otros recursos naturales.
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Fail Alsinov
Activista
«Muchísimas gracias a todos los que vinieron a apoyarme. Nunca lo olvidaré. No admito mi culpa. Siempre luché por la justicia, por mi pueblo, por mi república», dijo Alsinov el miércoles tras conocer el veredicto del tribunal. Manifestaciones como las que están teniendo lugar en Bashkiria son raras ahora en Rusia debido a las duras penas de prisión que amenazan a quienes se pronuncian en contra de la guerra en Ucrania, en contra de la política del Kremlin o participan en eventos multitudinarios no autorizados. Bashkortostán, república situada en la parte sur de los montes Urales, en el límite con Siberia y cerca de la frontera con Kazajistán, es uno de los más de 80 entes territoriales de la Federación Rusa.
Se da la circunstancia de que la actual revuelta en Bashkiria se produce en medio de la campaña electoral de las presidenciales del próximo 17 de marzo, en las que nadie duda que la victoria será para el actual presidente del país, Vladímir Putin, quizá no tanto por el apoyo real con el que cuenta, sino porque, según la oposición rusa en el exilio, la Comisión Electoral Central pondrá toda la carne en el asador para lograr el resultado necesario para el Kremlin.
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A juicio del politólogo ruso Abbas Galliámov, «las movilizaciones en Bashkiria podrían convertirse en protestas contra el Kremlin». Según sus palabras, «el etnonacionalismo bashkir se basa en emociones asociadas con el descontento con Moscú (…) en términos de su posible potencial, se trata de una protesta separatista: la que colapsó la Unión Soviética a finales de los 80 y principios de los 90». «Dije desde el primer día que la Operación Militar Especial en Ucrania en las regiones nacionales sería percibida negativamente. Y así ha sucedido», sostiene Galliámov.
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