El democristiano Harris se convierte, con sólo 37 años, en primer ministro de Irlanda

El nuevo jefe del Ejecutivo de Dublín, un político locuaz en las plataformas públicas y en las redes sociales, lo que le ha valido en los últimos días el sobrenombre de 'TikTok Taoiseach', nada más ser designado marchó a la residencia del presidente, Michael D. Higgins, y en las próximas horas tiene previsto nombrar a los miembros de su gabinete. «Es un momento oportuno para construir un nuevo contrato social: uno que renueve nuestra promesa como república de crear igualdad de oportunidades, de apoyar a los que más necesitan al Estado, de proteger nuestro éxito económico ganado con tanto esfuerzo», dijo en su discurso ante los diputados en el hemiciclo.

Harris, hasta ahora ministro de Educación Superior, guiará una coalición de tres formaciones: la suya, Fine Gael (Familia Irlandesa), el Fianna Fáil (Soldados del Destino) y los verdes. La entente ha dado estabilidad a Irlanda en un momento histórico complejo, en el que a los retos de la pandemia se sumó la obligación de protegerse de los efectos de la marcha del Reino Unido de la Unión Europea. Deberá afrontar además los últimos meses de un ciclo marcado inicialmente por la hecatombe financiera que padeció el sistema bancario irlandés en la crisis de 2008.

Las conexiones de bancos y empresas de construcción con los políticos del Fianna Faíl, la formación hegemónica en la historia de la isla, provocaron su desmoronamiento electoral. Este partido gobernó desde 2011 con los laboristas, pero el paulatino deterioro de ambos en un contexto difícil para cualquier Ejecutivo forzó al grupo liderado por Enda Kenny a pactar en 2016 un acuerdo para sostener la legislatura con el nuevo líder del Fianna Fáil. Micheál Martin.

Luego las elecciones de 2020 marcaron una revolución política. El Sinn Féin, asociado históricamente al IRA, fue el más votado. Su líder, Mary Lou McDonald, reclamó que se le dejase formar Gobierno, pero la respuesta de Martin y Varadkar, que había sustituido a Kenny, fue conglomerar una coalición inédita entre los dos partidos que habían disputado la guerra civil irlandesa. A ellos se sumaron los verdes.

McDonald y otras fuerzas de la oposición han reclamado esta vez que los socios del gabinete convoquen elecciones aunque no tienen mayoría en el 'Dáil', el Parlamento. Los sondeos señalan una continua ventaja del Sinn Féin en una cita con las urnas que ha de celebrarse antes del 24 de marzo de 2025. Previamente, en junio, habrá comicios municipales y europeos.

El orador Harris es quizás el político más adecuado para un tiempo de persistente campaña electoral. En su adolescencia comenzó una lucha para conseguir que el diputado de su localidad, Greystones, al sudeste de Dublín, promoviese un sistema de mayor apoyo a los niños autistas, como su hermano. Desde entonces no ha parado. Aunque su paso por los ministerios no ha sido brillante, ha cosechado buenos resultados electorales.

Por contra, un Varadkar hastiado de su trabajo se aparta de la primera fila, mientras abundan los diputados de su partido que renuncian también a presentarse en las listas. Para reanimarlos, el nuevo primer ministro prometió en el congreso de su partido del pasado fin de semana que construirá 250.000 viviendas.

En el campo internacional, Harris ha expresado su apoyo a la política de su predecesor sobre Gaza. El presidente español, Pedro Sánchez, y Leo Varadkar han colaborado en el seno de la UE para impulsar el reconocimiento de un Estado palestino como parte de una estrategia para poner fin a la guerra.