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Vértigo en las urnas. Francia decide hoy en la segunda vuelta de las elecciones legislativas si da o no la mayoría absoluta a la extrema derecha, que parte como favorita en estos comicios, aunque la izquierda ha recuperado fuerza en los sondeos. Está por ver ... si el frente republicano logra frenar a los candidatos ultras a diputados de Marine Le Pen y Jordan Bardella.
Según un sondeo del instituto Elabe para BFMTV y 'La Tribune Dimanche', se espera que Agrupación Nacional sea el partido con más escaños en la Asamblea Nacional (entre 200 y 230 diputados), pero, sin alcanzar los 289 necesarios para la mayoría absoluta en la Cámara Baja. La alianza izquierdista obtendría entre 165 y 190 asientos y los macronistas entre 120 y 140 diputados, mientras que Los Republicanos (derecha moderada) lograrían entre 35 y 50.
En la cita de hoy están en juego 501 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional ya que los 76 restantes fueron elegidos en la primera vuelta de hace una semana. Asimismo, de los 1.318 candidatos clasificados para la segunda ronda, 224 han renunciado para evitar que el voto se disperse y que gane escaños principalmente la ultraderecha.
Del equilibrio de fuerzas en la Cámara Baja dependerá quién será el próximo primer ministro. Al puesto aspiran el actual jefe de Gobierno Gabriel Attal por los macronistas y Bardella por la extrema derecha. El Nuevo Frente Popular, la alianza de partidos de izquierda, todavía no ha decidido quién sería el inquilino de Matignon en caso de victoria electoral.
Hay varios escenarios posibles: la formación de un gobierno con mayoría absoluta, un gabinete minoritario, una gran coalición o un gobierno técnico. Si la extrema derecha gana las legislativas por mayoría absoluta, Bardella podría formar un gabinete de cohabitación con Emmanuel Macron como presidente de la República.
En caso de que el partido ultra obtenga una mayoría relativa, Bardella ya ha dicho que no irá a Matignon. Si eso ocurre, Macron deberá buscar otro primer ministro. Es difícil pensar que Attal vaya a ser renovado en su puesto tras los desastrosos resultados electorales.
El jefe del Elíseo podría intentar forjar una gran coalición, que abarcara a la alianza presidencial, a la derecha moderada y a buena parte de la izquierda, sin incluir a La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon. Sin embargo, será difícil que esto prospere y acuerden un programa de mínimos, dadas las grandes diferencias ideológicas.
La otra alternativa sería crear un gobierno técnico -formado por economistas, altos funcionarios, diplomáticos y expertos- hasta las próximas legislativas. Macron no puede hasta dentro de un año volver a disolver la Asamblea Nacional.
Si nadie gana con claridad y la Cámara Baja queda dividida en tres bloques, Mélechon cree que «la solución es que Emmanuel Macron se vaya porque es el responsable del desaguisado» al convocar comicios anticipados tras el batacazo de su partido en las europeas.
De cara a la jornada de votación de hoy, el Gobierno prevé un fuerte despliegue de 30.000 policías y gendarmes para evitar que se produzcan incidentes violentos, principalmente cuando por la noche se conozcan los resultados.
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