La CDU propugna la reinstauración del servicio militar y civil obligatorios en Alemania

«No seré yo quien haga fracasar el triunfo de 2025», aseguró Söder, quien carga con una parte de culpa de la derrota electoral de CDU/CSU en los pasados comicios de 2021 al criticar constantemente al entonces candidato conservador, el fracasado y efímero presidente de la CDU Armin Laschet. Es más, el líder bávaro afirmó ante el millar de delegados cristianodemócratas reunidos en Berlín que para la nominación a encabezar la campaña «es naturalmente el primer favorito el presidente de la CDU», Friedrich Merz, que fue reelegido este lunes en el cargo con casi un 90% de votos. Söder prometió públicamente además que «no se repetirán» las disputas que tuvo con Laschet.

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Juan Carlos Barrena

El jefe del ejecutivo de Baviera subrayó que le une a Merz «una cooperación justa, de confianza e incluso amistosa» y felicitó al jefe de la CDU por el «fuerte y claro resultado» obtenido en la votación para su reelección. La armonía entre los dos líderes conservadores puede ser solo apariencia. De los resultados que la CDU alcance en las europeas de junio y, sobre todo, en las elecciones regionales en tres estados germano orientales en otoño próximo dependerá que Merz vea confirmada su nominación para la jefatura del Gobierno federal. Una encuesta de esta semana del instituto Forsa revela que el 29% de los alemanes desea que Söder sea el candidato conservador y solo el 25% apuesta por Merz.

Entre los dos se sitúa con un 27% de respaldo Hendrik Wüst, actual primer ministro del estado de Renania del Norte-Westfalia, el más populoso de Alemania con 16 millones de habitantes. Wüst, un político joven, con carisma y cosechador de éxitos, podría ser finalmente quien conduzca la campaña de los conservadores, aunque la decisión sobre la nominación del candidato no se espera antes de finales de este año o principios del próximo.

Markus Söder celebró igualmente el acuerdo alcanzado por los delegados de la Unión Cristianodemócrata para reintroducir paulatinamente el servicio militar obligatorio, tras su abolición en julio de 2011. De esa manera la gente joven «se verá más ligada a nuestro estado de derecho democrático», señaló el líder bávaro sobre la propuesta que partió de la propia Junge Union, las juventudes cristianodemócratas. A la vista de la guerra en Ucrania y de la política agresiva del presidente ruso, Vladímir Putin, el jefe de las juventudes de la CDU, Johannes Winkel, afirmó en el congreso que «no podemos continuar dejando la defensa de nuestra democracia en manos del principio de la esperanza».

Por otro lado, el líder bávaro reiteró también su rechazo a una eventual coalición de gobierno de los conservadores con Los Verdes tras los próximos comicios generales. «Soy muy escéptico y estoy en contra de una alianza», afirmó Söder, pese a que los cristianodemócratas gobiernan en coalición con los ecologistas desde hace años y con éxito en estados como Baden-Württemberg, Renania del Norte-Westfalia y Schleswig-Holstein. La postura de Söder no es compartida por los líderes conservadores de esas regiones como es el caso de Wüst y también una buena parte de los delegados y afiliados de la CDU no respaldan la política de rechazar de antemano posibles aliados de gobierno con los que luego quizás es necesario negociar.