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'El beso de la muerte' es una práctica mafiosa que consiste en señalar a una persona a la que unos asesinos deben matar besándole las mejillas o los labios. No es que ese gesto sea el que produce la muerte, sino que sirve para ... que los sicarios puedan reconocer a quién tienen que ejecutar. Un tribunal de Aix-en-Provence comenzó este lunes el juicio contra Cathy Sénéchal, uno de los personajes del mundo del crimen más mediáticos en el país vecino, acusada de dar 'el beso de la muerte' a dos personas por encargo de la mafia corsa, a los que mataron segundos después del gesto. Ella, una trabajadora de prisiones de Córcega, era la que podía identificar a las víctimas puesto que les había conocido en la cárcel.
Un tribunal de Aix-en-Provence comenzó el lunes a juzgar un crimen cometido hace siete años en el aeropuerto de Bastia, una de las principales ciudades de Córcega. El 5 de diciembre de 2017, dos antiguos miembros de la banda 'Brise de mer' -Brisa de mar, en castellano- Antoine Quilichni y Jean Luc Codaccioni, ambos expresos en la cárcel de Borgo se reunieron en el parking del aeródromo. Una mujer morena, alta y corpulenta se acercó a Quilichni y le dio dos besos, según recogieron las cámaras de seguridad del área. Poco después, dos desconocidos con subfusiles AK47 se acercaron y ametrallaron a los dos individuos. Al abandonar la zona, los criminales le dijeron a los testigos del tiroteo: «Tranquilos, estamos rodando una película».
Las investigaciones que se llevaron a cabo tras este atentado permitieron averiguar que la mujer que había dado los dos besos a Quilichni era Cathy Sénéchal, una funcionaria de la prisión de Borgo, que había coincidido con los dos asesinados. Ella había facilitado todos los datos de ambos presos a sus compinches en la banda 'Brise de mer' y, según la acusación, era consciente de que se trataba de informaciones para cometer un asesinato. Sénéchal, junto otras quince personas, está siendo juzgada por ese doble crimen y otras acciones de la banda, en un proceso que se calcula durará dos meses.
El atentado del aeropuerto se encuadra en una serie de crímenes cometidos en la isla desde los años 2000 en el seno de 'Brise de mer' para hacerse con el poder de esta organización. Esta mafia corsa llegó a ser una de las más poderosas de Francia y se especializó tanto en el tráfico de drogas como en grandes atracos. En 1990, por ejemplo, participaron en el denominado 'caso del siglo', un robo cometido en la sede de la Unión de Bancos Suizos, en Ginebra, en el que se llevaron más de 100 millones de francos. El atraco jamás fue resuelto.
Pero la banda 'Brise de mer', que tomaba el nombre del bar en el que se reunían sus fundadores, está implicada en bastantes más delitos. Se le ha relacionado con la compra de casinos en la República Dominicana para blanquear dinero, con tener contactos con la mafia rusa y con el terrorismo nacionalista de Córcega. Esta banda está acusada en medios periodísticos de haber sido la responsable de la eliminación en los años 90 del siglo pasado de 'Armata Corsa', un grupo terrorista disidente que se oponía al Frente de Liberación Nacional Corso, el grupo independentista violento hegemónico en la isla.
Su poder se deshizo en luchas intestinas que provocaron una de las mayores olas de asesinatos de Córcega. En ese contexto, la funcionaria de prisiones Cathy Sénéchal, cayó fascinada por el mundo violento de la isla cuando trabajaba en el continente. Según ella aseguró a un reportero de la cadena de radio RTL, llegó a estudiar corso para comprender mejor ese mundo. Consiguió que le destinasen a Borgo, en la isla, y allí profundizó en su relación con la 'Brise de mer'. Según esta cadena, su viaje al mundo de la violencia se produjo por el aburrimiento que le producía una vida con un marido depresivo y cinco hijos. «Introducirme en ese mundo me permitió sentir que pertenecía a algo más grande», declaró durante los interrogatorios. Ser la cómplice en el asesinato del aeropuerto no fue su único trabajo para el hampa. También llegó a introducir un veneno en la cárcel para acabar con un rival de sus nuevos amigos, aunque no llegó a utilizarse. La apodaban 'Cathy la Matona'.
Cuando el caso salió a la luz, no solo los medios franceses quedaron fascinados por la historia. El pasado 17 de abril se estrenó en Francia la película 'Borgo', un largometraje inspirado en la historia de la funcionaria de prisiones, que ahora espera sentencia en la cárcel, esta vez como interna. Su abogado ya ha denunciado que la película ha sido un gran error que condicionará al jurado encargado de dictar sentencia sobre el crimen. Los jueces también han asegurado que no permitirán que la vista oral se convierta en un espectáculo.
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