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Lourdes Gómez
Londres
Jueves, 7 de septiembre 2023, 20:26
Carlos III evitará actos públicos conmemorativos de su primer año en el trono británico desde la muerte de su madre, Isabel II, el 8 de septiembre de 2022. Este viernes es una jornada agridulce para la familia real y los círculos monárquicos del Reino Unido ... que experimentaron hace justo un año el cierre de una era y el despertar de un reinado que muchos aventuran transitorio hasta que la corona recaiga en Guillermo, el primogénito del rey y ahora heredero príncipe de Gales.
El monarca sigue la tradición de su madre, quien solía recordar el fallecimiento de su propio padre, Jorge VI, el 6 de febrero de 1952, en la soledad de su mansión de Sandringham, en el este de Inglaterra. La entonces princesa estaba de viaje oficial en Kenia, junto a su marido, el príncipe Felipe, cuando fue informada del ocaso del rey y su ascenso al trono.
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Lourde Gómez
Isabel II murió en el castillo de Balmoral y en esta finca real de las Altas Tierras de Escocia será honrada una vez más por su heredero y su esposa, la reina Camila. Los reyes han adoptado la costumbre de la matriarca de veranear en las propiedades reales de Aberdeenshire, reunir allí a miembros de la familia y recibir en audiencia al jefe del Gobierno y otras personalidades.
«Carlos brindó un preciosísimo tributo a la difunta reina al tiempo de su muerte. Dijo que es una fuente de inspiración y un ejemplo para toda la familia. Ahora va a seguir su ejemplo marcando su aniversario en la tranquilidad de Balmoral», comentó a la revista 'Ok!', la veterana corresponsal palaciega Jennie Bond.
En Balmoral, padre e hijo celebraron este verano un cónclave con el previsible fin de coordinar agendas y objetivos. En la reunión pudo confirmarse la inminente visita del príncipe heredero y su esposa, Catalina, a Saint Davids, cuna espiritual de Gales donde yacen los restos del patrón de la nación. Tampoco se esperan grandes despliegues públicos hacia Isabel II en el recorrido de la pareja por este bucólico paraje del oeste del principado, que incluye una visita a la catedral, donde «conmemorarán en un pequeño servicio privado la vida» y los setenta años de reinado de la difunta.
Tradición y estabilidad afloran en el año del recambio monárquico. La institución es más ligera bajo Carlos III, aunque la dieta del nuevo régimen venga dictada por las circunstancias. Quedan once 'royals' activos oficialmente: siete a tiempo completo y cuatro duques y príncipes de avanzada edad que ejercen funciones reales de tanto en cuanto.
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El grupo estelar está integrado por los reyes, los príncipes de Gales, la princesa Ana y los duques de Edimburgo, Eduardo y Sofía. De esta primera línea ha caído Andrés, duque de York, debido a sus enredos con el depredador sexual Jeffrey Epstein y la demanda por supuesta violación sexual de una menor que saldó en un millonario acuerdo extrajudicial. Enrique, duque de Essex, fue apartado de la Casa Real desde que se mudó a California y divulgó las disputas internas de la familia en sus memorias y en una serie de televisión.
«No soy tan estúpido. Me doy cuenta de que ser soberano es un ejercicio distinto y, por supuesto, comprendo cómo funciona», dijo en un documental por su 70 cumpleaños. Ecología y cambio climático son inquietudes primordiales para el jefe de la Casa Real, pero la gestión y las críticas de proyectos se gestionan ahora dentro de los parámetros del consenso constitucional, según sus portavoces. Así, la efímera primera ministra Lizz Truss desaconsejó al monarca asistir a la cumbre sobre cambio climático (COP 27) de Egipto en 2022, Carlos acató la orden y convidó a líderes y patrocinadores del movimiento ecologista a una recepción en el Palacio de Buckingham.
Las encuestas proyectan un balance positivo de la transición real. En vísperas del aniversario, el 59% de los británicos consideraba que Carlos está haciendo un buen trabajo, frente al 17% que opina lo contrario. La misma consulta de YouGov disparó el nivel de aprobados al 63% con el fallecimiento de la reina y arroja un promedio del 58% al 60% a lo largo del año. Además, el 62% indica que la monarquía debería continuar, mientras que el 26% prefiere un jefe de Estado electo y el 11 % se declara inseguro.
Los republicanos se aferran a un dato que sugiere grietas en el armazón monárquico: los ciudadanos de 18 a 24 años desaprueban en su mayoría al rey y prescindirían de la institución hereditaria. «Hay una creciente tendencia de pérdida de apoyo, la causa monárquica no va a recuperar a los jóvenes», afirma Graham Smith, coordinador de la organización Republic.
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