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Lourdes Gómez
Londres
Viernes, 18 de octubre 2024, 22:45
Carlos III y la reina Camila viajaron este viernes a Sídney en la escala inicial de su primer viaje oficial a Australia como jefe del Estado británico. El itinerario de ocho días, que incluye una agenda limitada a las circunstancias del tratamiento de cáncer que ... el rey está recibiendo desde la primavera, incluye la isla de Samoa, sede de la cumbre de jefes de gobierno de la Commonwealh, la mancomunidad de naciones que él mismo preside.
Arreció la lluvia en la llegada de Carlos y Camila a Sídney, donde fueron recibidos por el gobernador general británico antes de que un niño de 12 años les obsequiara con un ramo de flores. El pequeño vio realizado su sueño de saludar a los reyes, con el apoyo de 'Make a Wish Foundation' (similar a la Fundación Pequeño Deseo), y brindó a la pareja un signo de cálida acogida en Australia, donde el debate entre monárquicos y republicanos se calienta en cada visita oficial del distante jefe de Estado.
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La bienvenida formal la emitió el primer ministro, el laborista Anthony Albanese, quien demostró sus credenciales designando a un «ministro de la república» nada más iniciar su mandato en 2022. Asistió a la recepción el 'premier' del Estado de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, de cepa también republicana, que subió un mensaje de «bienvenidos» en las redes sociales.
Otros mandatarios regionales se han «excusado» de atender la ceremonia oficial que el Gobierno proyecta ofrecer a Carlos III en la sede parlamentaria de Camberra el lunes. El aparente boicot de los líderes políticos ha sentado en círculos monárquicos como un «insulto monumental» y un «desaire» hacia el primer rey australiano que visita el país. La tradición la inauguró Isabel II, en 1954, tomando rumbo a Australia dos años después de acceder al trono.
El palacio de Buckingham mantiene una posición neutra en la cuestión constitucionalista. «Es un asunto que ha de decidir la población australiana», reafirmó en respuesta a una carta del Movimiento Republicano Australiano, que solicitaba una cita con el rey durante su estancia en Oceanía.
Nueva Zelanda se cayó en un principio del plan previsto en el continente debido al frágil estado de salud del monarca. Es más, el viaje completo ha estado rodeado de dudas desde que en febrero se desveló el diagnóstico de cáncer. Finalmente, la evolución positiva de la enfermedad permitió al equipo médico dar luz verde con ciertas condiciones.
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