La calle Héroes de Járkov, antes conocida como Avenida de Moscú

La nueva ley plantea asimismo rebautizar localidades nombradas en homenaje a Rusia para dar paso a un reconocimiento a los «héroes de Ucrania» que han defendido al país durante la guerra. Pese a ser ya una nación independiente hace casi treinta años, la herencia rusa la persigue. Muchas calles, espacios públicos o pueblos mantienen su denominación exsoviética a los ojos de la geografía internacional.

El Gobierno de Kiev pretende una «desovietización» y «desrusificación» ha asegurado el impulsor de la ley, el diputado Vitali Bezgin, miembro del partido oficialista Servidor del Pueblo. Una manera diferente de cercar a la nación ante la invasión. La celebración de fechas o actos que aluden a acontecimientos o personalidades del país vecino también serán evitadas.

Ya en 2015 se había promulgado una batería de medidas para erradicar el comunismo vinculado a la antigua Unión Soviética. Entonces, los símbolos como la hoz y el martillo del escudo de la URSS fueron prohibidos. También el himno, las banderas y los monumentos alegóricos fueron eliminados del escenario nacional. Sin embargo, la lucha ha revivido con la guerra.

Hay más de 200 calles en diferentes ciudades de Ucrania que llevan un nombre ruso. Estas se han convertido en blanco de ataques y solicitudes a los ayuntamientos para definir nuevos topónimos. En Járkov, los ciudadanos se adelantaron a las autoridades y decidieron rebautizar la Avenida de Moscú como Héroes de Járkov. Este acto fue el primero de una serie de cambios posteriores. Además, el derribo de una estatua de Alexander Nevski, militar medieval ruso celebrado por sus victorias con el ejército, fue una de las primeras muestras del poderío ucraniano cuando esta ciudad fue rescatada del dominio de las tropas de Putin.