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Una 'influencer' alemana de 25 años ha sido condenada este jueves a cadena perpetua por la Audiencia de Ingolstadt por asesinar a su doble con el propósito de fingir su muerte y suplantar la identidad de la víctima. El tribunal condenó a la misma pena ... a su cómplice y ejecutor del crimen, un joven de origen kosovar de 26 años. Durante la lectura de la sentencia el juez Konrad Kiegl subrayó la gravedad de los hechos y estableció que la pena no podrá ser revisada tras cumplir 15 años de prisión y que la condenada y cerebro del crimen tendrá que esperar al menos 20 años para que la justicia determine si podrá ser liberada o deberá continuar entre rejas.
«Se trata de un crimen perturbador», afirmó el presidente de la cámara, quien destacó que se considera probado que la joven buscó en las redes sociales una persona que se le pareciera físicamente lo más posible para matarla y hacer que su cadáver pasara por ser ella misma. La Audiencia de Ingolstadt condenó igualmente a la procesada por incitación al asesinato por encargar a otro hombre la ejecución de su cuñado. Al parecer Schahraban K., alemana de origen iraquí y cuyos padres pertenecen a la minoría religiosa de los yazidíes, tenía problemas de pareja con su marido, así como con su familia, y buscaba la forma de evadirse y pasar a la clandestinidad.
La ya condenada, que tenía en redes sociales un canal en el que daba consejos sobre belleza y cosmética, localizó y contactó bajo engaño a través de esas redes en agosto de 2022 a otra joven en la localidad de Eppingen, a la que viajó junto a su cómplice para recogerla y trasladarla a Ingolstadt. Le contaron que recibiría allí una sesión gratuita de tratamiento con láser y se ganaron su confianza. «Fue una simple víctima casual», destacó el presidente de la cámara en la lectura del veredicto.
Por el camino hicieron una parada en carretera durante la que asesinaron Jadidya O., de 23 años. Sheqir K, el cómplice y brazo ejecutor, asestó a la joven elegida prácticamente al azar 56 puñaladas que causaron su muerte inmediata, según la autopsia realizada por los forenses. A su llegada a Ingolstadt abandonaron el vehículo propiedad de la 'influencer' con el cadáver de la joven engañada. El tribunal considera que tuvieron intención de incendiar el vehículo para hacer que la víctima fuera irreconocible, pero no les dio tiempo.
Cuando fue descubierto el cuerpo de la víctima, los investigadores creyeron al principio que se trataba de Schahraban, pero poco después constataron que se trataba de otra persona. Pese a su parecido de cara, la víctima era 20 centímetros más alta y lucía varios tatuajes que su asesina no tenía. La Policía llegó a la conclusión de que la 'influencer' quería escapar de su familia e iniciar una nueva vida, escenificando su propia muerte para que nadie la buscara después.
Mientras el ejecutor del crimen no hizo declaración alguna durante el proceso, la instigadora y autora espiritual negó al principio toda participación y echó la culpa a su cómplice. El tribunal no creyó en ningún momento su versión de los hechos. «Todo habla de un plan desarrollado en conjunto» por los dos acusados, afirmó el juez Kiegl. En el juicio no se aclararon los motivos por los que el joven kosovar mató a la víctima inocente, aunque todo apunta a una dependencia sentimental de la 'influencer'.
La lectura de la sentencia tuvo lugar once meses después del comienzo del proceso, que se desarrolló durante más de medio centenar de vistas y en el que declararon docenas de testigos. El veredicto, que debía haberse conocido el pasado mes de mayo, se retrasó debido a los innumerables recursos de la defensa, que hasta el último momento pidió la absolución de los dos procesados por fallos en la investigación y la supuesta falta de pruebas.
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