Secciones
Servicios
Destacamos
Juan Carlos Barrena
Berlín
Miércoles, 22 de febrero 2023, 12:41
Un día después de la condena a muerte del ciudadano germano-iraní Jamshid Sharmahd por un tribunal de Teherán, el ministerio federal de Exteriores ha comunicado este miércoles la expulsión de dos diplomáticos iraníes acreditados en Berlín. Un portavoz de la oficina de la jefa ... de la diplomacia alemana, la verde Annalena Baerbock, ha informado de que el responsable de la representación de Irán en este país había sido llamado a consultas para comunicarle, entre otras cosas, que dos de sus diplomáticos habían sido declarados «personas non gratas» y deben abandonar el país hasta el fin de semana.
«Exigimos de Irán que revoque la condena a muerte de Jamshid Sharmahd y le permita participar en un proceso de recurso justo y acorde con el Estado de derecho», ha señalado Baerbock en un comunicado en el que ha clasificado de «inaceptable» la sentencia dictada por la Justicia del régimen islámico. La titular alemana de Exteriores tiene previsto contactar esta misma jornada con sus colegas de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos para abordar nuevas sanciones contra Irán. La política ecologista había calificado ya el martes de «absolutamente inaceptable» la condena nada más anunciarse.
Fuentes de su ministerio han subrayado que la jefa de la diplomacia alemana estudia incluso la expulsión del embajador de Irán y la reducción al mínimo de los contactos entre los dos países. El propio jefe de la oposición conservadora, el cristianodemócrata Friedrich Merz, había reclamado anteriormente la expulsión del embajador iraní. «El Gobierno federal, Europa, Estados Unidos y la ONU deben plantar cara a Irán con todos los medios del mundo libre a su alcance», ha afirmado Merz.
Sin embargo, el máximo responsable de la legación iraní en Alemania había abandonado el país la semana pasada y retornado a Teherán en protesta por la asistencia a la Conferencia de Seguridad de Múnich de Reza Pahlavi, hijo mayor del Sha de Persia, derrocado en 1979 por la revolución islámica que protagonizó entonces el ayatoláh Jomeini. Por primera vez en muchos años, los organizadores de la conferencia muniquesa no habían invitado a representante oficial alguno del régimen iraní por su brutal política represora.
El Gobierno iraní ha dictado por su parte sanciones contra más de 30 empresas y personas de la Unión Europea, entre ellos varios diputados del Bundestag alemán como el socialdemócrata Michael Roth o el cristianodemócrata Roderich Kisewetter, que había criticado públicamente la severa represión de las protestas contra el régimen islámico tras la muerte de una joven de la minoría kurda detenida por la policía de la moral iraní. Teherán les acusa de «apoyar el terrorismo, injerencia en asuntos internos del país e incitación a la violencia y los disturbios en Irán».
El pasado lunes, los ministros de Exteriores de la Unión Europea endurecieron sus sanciones contra Irán por la permanente violencia de sus fuerzas de seguridad contra todo manifestante. El castigo afecta a 32 altos funcionarios iraníes y dos organizaciones, a los que se han congelado sus activos y prohibido ingresar en la UE. Todos son responsabilizados por Bruselas de reprimir la libertad de expresión y de ser corresponsables de las ejecuciones de manifestantes que se producen en Irán desde hace varias semanas.
El periodista y opositor Jamshid Sharmahd, que cuenta con pasaporte alemán, fue detenido por el régimen de Teherán en agosto de 2020. Según su familia, el activista de 67 años residente en Estados Unidos fue secuestrado durante una escala aérea en Dubai por agentes de los servicios secretos iraníes y trasladado ilegalmente a su país de origen, donde en febrero del pasado año comenzó el proceso en su contra. Sharmahd nació en Teherán, pero se crio y estudió en Alemania y emigró en 2003 a Estados Unidos.
Pertenece al grupo opositor Tondar, trueno en español, conocido también como la 'Asamblea Real de Irán', que rechaza el sistema político de la República Islámica y defiende la reinstauración de la monarquía. Poco después de su secuestro y detención, su hija denunció el caso y pidió ayuda a las autoridades alemanas. Desde entonces, Berlín ha intentado infructuosamente que personal diplomático le visite y poner a su disposición un abogado. El régimen de Teherán ha impedido incluso que diplomáticos alemanes asistieran al juicio contra el ciudadano germano-iraní.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.