Ucrania continúa con sus incursiones en la región rusa de Kursk

La ciudad de Kursk se encuentra a tan sólo 80 kilómetros. Y a menos de 70 está la central nuclear de la región, cuya custodia está siendo reforzada por la Guardia Nacional rusa. Según distintos canales de Telegram, los combates más encarnizados están teniendo lugar este jueves en las afueras de la aldea de Korenovo, a 25 kilómetros de la frontera y supuestamente en poder del ejército ucraniano, desde donde estarían tratando de continuar su progresión hacia el interior del país.

El Instituto para el Estudio de la Guerra estadounidense señala en su último informe que «las fuerzas ucranianas han hecho avances confirmados de hasta 10 kilómetros en la región de Kursk, con operaciones continuadas de ofensiva mecanizada en territorio ruso». También hay indicios de que Kiev se ha apoderado de la estación de medición de gas de Sudzha, a través de la cual el combustible ruso es enviado a Europa por el gaseoducto que atraviesa Ucrania.

El estado de emergencia fue establecido por las autoridades locales este miércoles y han empezado a ser evacuadas unas 6.000 personas de las 23 poblaciones más cercanas a la zona de conflicto. El Ministerio de Sanidad reporta cinco civiles muertos y 31 heridos, entre ellos seis niños, desde el comienzo de esta incursión. El enviado especial del conglomerado televisivo público ruso VGTRK, Evgueni Poddubni, resultó gravemente herido cuando cubría los enfrentamientos y su vehículo fue alcanzado por un aparato aéreo no tripulado disparado por los ucranianos, aseguró el gobernador en funciones de Kursk, Alexéi Smirnov.

Desde el martes, Kiev no había dicho nada a nivel oficial sobre esta operación, a pesar de que es la más importante más allá de sus fronteras desde el comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022. Pero este jueves se ha pronunciado el consejero principal de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, quien ha afirmado en X que la incursión «es una consecuencia de la agresión» contra su país. «La causa primordial de toda escalada, todo bombardeo, toda acción militar (...), incluso dentro del territorio de la Federación Rusa, como las regiones de Kursk y Bélgorod, es únicamente la agresión rusa», ha insistido. Al mismo tiempo, Podoliak ha señalado que la acción en Kursk ayudará a que Moscú ceda ante unas eventuales negociaciones de paz.

El canal de Telegram ruso MO, citando una fuente militar anónima, asegura que, pese a que Kursk tiene frontera con Ucrania, no cuenta con suficientes unidades de tanques y artillería ni tropas. «Todos se han ido al frente», señala el interlocutor de este grupo, quien explica que los únicos que están teniendo que hacer frente al ataque son los guardafronteras. La ausencia de fortificaciones -pese a que en su día, según politólogos de Rusia opositores, se destinaron fondos presupuestarios para su construcción- es otro de los factores que posibilita el avance ucraniano.

El miércoles, el presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió con miembros de su Consejo de Seguridad para estudiar las medidas de cara a expulsar a las tropas ucranianas de la región de Kursk y calificó esta incursión de «provocación a gran escala». Denunció que los soldados de Kiev «están disparando indiscriminadamente con diversos tipos de armas, incluidos cohetes, contra edificios civiles, viviendas y ambulancias». El máximo responsable del Estado Mayor del ejército ruso, Valeri Guerásimov, por su parte, le dijo al jefe del Kremlin que «el avance en profundidad del enemigo fue detenido por la aviación y la artillería» y prometió resolver pronto la actual situación.

Por lo pronto, el ejército ruso está bombardeando masivamente la región de Sumi, fronteriza con la de Kursk. Esta incursión se produce en un momento de intensificación de la ofensiva del Kremlin en el Donbás para hacerse con toda la región de Donetsk. Este jueves, las agencias informan de nuevos avances de las tropas rusas en dirección hacia Pokrovsk, Toretsk y Chasiv Yar. Los expertos en temas militares creen que el ataque contra Kursk es un intento de lograr que las fuerzas de Moscú que combaten en Donetsk sean desviadas a esta zona.

El martes, el primer día de la incursión ucraniana, el Ministerio de Defensa ruso dijo haber repelido el ataque,pero la afirmación quedó inmediatamente desacreditada con los vídeos de violentos enfrentamientos que testigos ocasionales colgaron en las redes sociales.

Moscú se enfrenta al dilema de explicar a la población la gravedad de lo que está sucediendo, lo que haría aumentar las dudas en el país sobre la conveniencia de continuar la actual guerra contra Ucrania, o, como están haciendo por el momento, quitar importancia al suceso, una postura que está provocando la indignación de los rusos de Kursk, quienes sufren en sus propias carnes las consecuencias de los combates.