El brazo armado del llamado Grupo Reuss se sienta desde este lunes en el banquillo de los acusados ante la Audiencia Superior de Stuttgart acusado de formar una organización terrorista y preparar un golpe de estado para acabar con la democracia y reinstaurar el Reich ... alemán de 1871, bajo el mando de Enrique XIII Príncipe Reuss, cabecilla de los conspiradores. Se trata del primero de tres macroprocesos que se van a celebrar de manera casi simultánea contra 26 miembros de la organización golpista. Mientras en Stuttgart son juzgadas nueve personas como responsables del ala militar del Grupo Reuss, a la que le fue incautado un arsenal de más de 1.200 armas y munición como para iniciar una guerra, el 21 de mayo dará comienzo en Fráncfort el proceso contra sus ocho dirigentes, con Reuss como principal inculpado. Y el 18 de junio se iniciará en Múnich otro contra los ocho restantes miembros detenidos tras una redada a nivel nacional para desarticular la organización el 7 de diciembre de 2022.
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Andreas Singer, presidente de la Audiencia Superior de Stuttgart, subrayó ya antes de comenzar el juicio que se trata del mayor proceso por terrorismo y para la defensa del Estado en la historia de la República Federal de Alemania. Solo en Stuttgart el tribunal está compuesto por cinco jueces, dos jueces suplementarios y 22 abogados defensores. Los documentos de la investigación abarcan más de 700 archivadores y se han programado sesiones al menos hasta enero de 2025 en el edificio de alta seguridad de Stammheim, junto a la cárcel del mismo nombre, construido en los años 70 del siglo pasado expresamente para procesar a los terroristas de la organización de extrema izquierda Fracción del Ejército Rojo. El comienzo del juicio se vio acompañado por medidas extremas de seguridad ante la peligrosidad que se atribuye a los miembros de la organización ultraderechista.
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Juan Carlos Barrena
Además de Reuss, entre los acusados de formar parte de la trama se encuentra Birgit Malsack-Winkemann, jueza berlinesa y antigua parlamentaria federal de la ultraderechista Alternativa para Alemania, así como el exteniente coronel del ejército federal Rüdiger von Pescatore, responsable del brazo armado del grupo, al que se habían sumado ya otros exmilitares y varios policías. Todos ellos forman parte de los llamados Reichsbürger o ciudadanos del Reich, un movimiento político que niega la legalidad de la República Federal y defiende la reinstauración del régimen imperial fundado tras la unificación de Alemania en 1871 y que funcionó hasta la abolición de la monarquía en 1818, al término de la Primera Guerra Mundial. El juicio en Stuttgart se centra en los planes y actividades del ala paramilitar del Grupo Reuss, que proyectaba asaltar el parlamento federal y tomar como rehenes a miembros del gobierno federal y diputados del Bundestag.
Bajo las órdenes de Pescatore, antiguo comandante en jefe de la principal brigada paracaidista del Bundeswehr, el ejército federal, el Grupo Reuss había comenzado ya a desarrollar un sistema de 280 «compañías de defensa patria» o unidades paramilitares repartidas por todo el país con la misión de apoyar el golpe en Berlín y tomar el poder en toda Alemania por la vía de las armas. Sus miembros habían comenzado ya a elaborar «listas de enemigos» que debían ser neutralizados a nivel nacional, regional y municipal. Los activistas del ala militar de la organización terrorista que son juzgados tienen entre 42 y 60 años de edad y se sumaron a los golpistas entre principios de 2022 y el verano de ese mismo año. Uno de los procesados, Markus L., está acusado también de intento de asesinato, ya que opuso resistencia a su detención y disparó con un arma semiautomática contra los policías que iban a arrestarlo hiriendo a dos de ellos de gravedad.
Inicialmente iban a ser 27 las personas procesadas en los tres juicios, pero uno de los imputados, Norbert G. de 73 años de edad, murió el pasado mes de marzo por una enfermedad. Estaba previsto que fuera procesado en Fráncfort junto al resto de los cabecillas de la organización. Estos planeaban si el golpe tenía éxito formar un gobierno provisional y de transición que negociaría posteriormente con las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial –Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia por la Unión Soviética- un nuevo orden político para Alemania basado en el «Deutsches Reich» que, según sus planteamientos, funcionó de continuo entre 1871 y 1945, pese al periodo de posguerra de la República de Weimar y la posterior época del nazismo. Para los conspiradores, el Reich imperial y el Tercer Reich nacionalsocialista habrían sido uno solo.
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Entre tanto, la ministra federal de Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, ha anunciado mano dura contra la ultraderecha. «Continuaremos actuando con dureza hasta que hayamos desentrañado y desarticulado por completo las estructuras militantes de los 'Reichsbürger'», dijo Faeser con motivo del comienzo del proceso en Stuttgart. Tras afirmar que nadie en esa escena extremista debe sentirse seguro, la ministra destacó que el grupo en torno al Enrique XIII Príncipe Reuss es hasta ahora la mayor red desmantelada entre los militantes de ese movimiento ultraconservador y que el hecho de que deban responder ante la justicia demuestra la fortaleza del estado alemán a la hora de defenderse de quienes quieren acabar con la democracia para instaurar un régimen autoritario.
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