Alemania quiere retrasar la entrada de Ucrania en la OTAN para evitar una escalada bélica

La intención germana de frenar la entrada de Ucrania ha salido a la luz a través de la propia OTAN, más concentrada ahora en desbloquear la adhesión de Suecia. Una fuente de la Alianza, según recoge este domingo el periódico británico 'The Telegraph', ha informado de que «Berlín está distante ante la perspectiva de ofrecer una membresía inmediata» a los ucranianos. «No quiere ver a Putin probar el artículo 5», explica. Se refiere a una cláusula de esta organización que contempla que un Estado miembro atacado (Kiev, si estuviera dentro) por un agresor externo (Moscú, en este caso) tiene derecho a solicitar la intervención militar del resto de socios. Un escenario de enorme riesgo que el propio Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha sugerido alguna vez al plantear que el ingreso se produzca una vez finalizado el conflicto.

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Olatz Hernández

«No creo que haya unanimidad en la OTAN para incluir a Ucrania ahora, en este momento, en medio de una guerra. Por ejemplo, si se hiciera, estaríamos decididos a defender cada pulgada de territorio OTAN. Es un compromiso que tenemos y que es irrenunciable. Si la invasión sigue, entonces estaríamos todos en conflicto. Estaríamos todos en guerra con Rusia, si fuera el caso», ha defendido el presidente norteamericano este domingo en una entrevista a la cadena CNN. «Creo que es prematuro convocar una votación porque hay otros criterios que cumplir, como la democratización y otras cuestiones», ha agregado sólo dos días después de aprobar el envío de las polémicas bombas de racimo a Kiev.

La gira de Zelenski durante meses por diferentes países, en persona y de forma virtual, para reclamar su adhesión a la OTAN cuanto antes no parece haber dado frutos ante dos enormes potencias como Alemania o EE UU, pero sí parece haber convencido a otros miembros. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguraba hace pocos días que Kiev «merece» formar parte de la Alianza –un organismo donde Suecia sigue vetada por el líder otomano– y el primer ministro estonio, Kaja Kallas, planteaba que la próxima cumbre alumbrara al menos una hoja de ruta para el ingreso. «Las diferencias no son grandes, pero cada aliado tiene su perspectiva sobre los plazos para promover la entrada de Ucrania y Ucrania tiene su propio calendario», reflexionan este domingo fuentes de la Alianza.

Es evidente que no hay unanimidad en este delicado asunto en el seno de la organización militar que, por ahora, prefiere trabajar en una especie de paraguas de garantías de seguridad para Kiev que se sume a las acciones de apoyo que de manera individual lleva a cabo cada Estado, como el envío de armamento o de aviones de combate. Zelenski, que se espera que asista a la cumbre de la OTAN en Vilna, no se resigna a que su solicitud de ingreso en la organización militar duerma sin fecha en un cajón y quiere salir de esta cita con un respaldo claro a su adhesión.