Alemania prohíbe la entrada al neonazi austríaco Martin Sellner

El origen de la prohibición se encuentra en una reunión reservada celebrada el pasado noviembre en una villa en la ciudad de Potsdam, que limita con la capital alemana, en la que Sellner expuso a un grupo selecto de invitados sus planes para una «gran remigración», una operación para expulsar de Alemania a millones de inmigrantes y ciudadanos germanos de origen extranjero. A la cita acudieron varios altos políticos del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), pero también de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la ultraconservadora Unión de Valores, así como varios empresarios e industriales de ideología ultraderechista.

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Juan Carlos Barrena

De manera paralela a la orden dictada por la autoridad municipal de Potsdam, que es efectiva a nivel nacional, la Policía Federal dictó ya el pasado enero una orden interna que revela Spiegel Online este martes, por la que Sellner pasó a engrosar la lista de busca y captura de delincuentes en Alemania. Esa orden conlleva su expulsión inmediata en el caso de que llegue a pisar suelo germano y tiene su base en un pronóstico de peligrosidad elaborado por la propia Policía. La prohibición a Sellner de visitar Alemania se produce tan solo pocos días después de su expulsión de Suiza, donde fue detenido cuando participaba en una reunión de ultraderechistas y neonazis en el cantón de Aargau.

Al parecer, la Policía helvética acudió a esa cita el sábado pasado en la población de Tegerfelden, cerca de la frontera alemana, con intención de disolverla, a lo que sus organizadores se negaron inicialmente. Los agentes procedieron entonces a la detención de Sellner, orador principal del acto, cuando se encontraba en el púlpito y a su expulsión inmediata del cantón «para garantizar la seguridad pública e impedir una confrontación con personas» de ideología opuesta. Sellner comunicó pocos después en un vídeo colgado en X que había sido invitado por el grupo local Junge Tat (Hechos Jóvenes) para hablar sobre «remigración». Añadió que al poco de comenzar su intervención cortaron el suministro eléctrico y se lo llevaron detenido a una comisaría, de donde fue trasladado a la fuerza a Zúrich.

La Policía suiza señaló por su parte haber sido alertada del encuentro de ultraderechistas al que acudieron unas 100 personas. Al parecer la propia dueña del establecimiento donde se celebraba la reunión quiso rescindir el contrato de alquiler al conocer el trasfondo de la cita y al negarse los organizadores pidió la intervención de las fuerzas de orden público.