Alarma en Alemania por la posible marcha de los médicos sirios que ejercen en el país

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La Sociedad de Hospitales Alemana (DKG) ha advertido de que el regreso a Siria de los médicos de esa nacionalidad que ejercen su profesión aquí sería una catástrofe para el país. «En un momento en el que la carencia de profesionales resulta acuciante, su marcha abriría huecos que sería imposible cubrir», explica Gerald Gass, presidente de la DKG, quien subraya que el 2% de los 222.000 médicos que trabajan en los hospitales y clínicas germanos procede de Siria. Ningún otra nación del mundo tiene tantos profesionales de la medicina ejerciendo en Alemania.

«Amamos nuestro país y la reconstrucción es una obligación nacional, sobre todo porque nuestro país necesita mucho personal médico», afirma Sarabin, urólogo en el Klinikum Herford en Renania del Norte-Westfalia, quien comenta que «no solo llevamos esperando este momento desde hace 13 años, desde el comienzo de la guerra civil, sino también durante los 40 años en que Siria ha estado gobernada por un dictador». Sarabin destaca que una encuesta interna urgente llevada a cabo por la SyGGAD tras la caída de Al Assad revela que «un 75% de los médicos sirios que trabajan en Alemania puede plantearse el regreso a su país».

El propio ministro federal de Sanidad, el socialdemócrata Karl Lauterbach, ha reconocido que los médicos sirios «son imprescindibles» y se encuentran muy bien integrados en la sociedad. Lauterbach ha condenado además el debate abierto por la oposición conservadora para fomentar el retorno de los más de 900.000 refugiados sirios acogidos por Alemania a su país una vez derrocada la dictadura. La discusión al respecto de carácter electoral ante los comicios legislativos adelantados del próximo 23 de febrero «tiene que decepcionar y causar inseguridad entre los afectados», también entre el personal sanitario que trabaja aquí.

El presidente de la DKG avisa además de que los profesionales sirios de la medicina ejercen sobre todo en los Estados germano orientales y fuera de los grandes núcleos urbanos. «Si regresan en gran número a su patria, habrá numerosas plazas que se quedarán sin cubrir por falta de personal para llenar los huecos que dejen», comenta Gass, para quien es especialmente preocupante el hecho de que quedarían desatendidas sobre todo las consultas de medicina general en las zonas rurales y los hospitales en localidades pequeñas.