Los agricultores franceses comienzan a levantar los bloqueos de las carreteras

Siete de las autopistas que conducen a París (A1, A5a, A6, A10, A13, A15 y A16) permanecían esta mañana parcialmente bloqueadas, según la cadena de radio France Info, a la espera de que los agricultores comiencen a mover sus tractores para regresar a casa. Los agricultores llegaron a bloquear esta semana ocho autopistas de la región parisina.

Se espera que el convoy de tractores que había hecho el recorrido Agen-Rungis para presionar al Gobierno inicie este viernes su regreso al sur de Francia, lo que puede provocar importantes retenciones en la autopista A20.

La Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FNSEA), Coordinación Rural y Jóvenes agricultores pidieron el jueves a sus agricultores que levantaran los bloqueos, globalmente satisfechos con los anuncios del gobierno francés. En cambio, la Confederación Campesina, tercer sindicato agrícola de Francia, instó a sus miembros a seguir movilizados y a continuar con los bloqueos.

Laurence Marandola, portavoz de la Confederación Campesina, anunció que seis centrales de compra (plataformas logísticas de los grandes distribuidores) seguían bloqueadas esta mañana. Este sindicato agrícola exige que el Ejecutivo francés prohíba a mayoristas y distribuidores comprar productos agrarios por debajo del coste de producción.

El primer ministro, Gabriel Attal, se ha apuntado una victoria política al lograr convencer a los principales sindicatos agrícolas para que levanten los bloqueos, tras dos semanas de protestas. Pero para conseguirlo ha tenido que sacar la chequera. El coste total de las ayudas al sector se eleva a 400 millones de euros, sin tener en cuenta el rembolso parcial del impuesto al gasóleo agrícola, que el gobierno francés ha prometido a los agricultores.

El partido ecologista y ONGs defensoras del medio ambiente criticaron que el gobierno francés haya prometido a los agricultores que hará «una pausa» en el plan Écophyto, que tiene como objetivo reducir a la mitad el uso de pesticidas de aquí a 2030.

«Los agricultores no ganarán más con esta medida, pero todos nosotros perdemos», denunció la líder ecologista Marine Tondelier, que calificó el anuncio de «bastante catastrófico».