Secciones
Servicios
Destacamos
Grecia vive desde el pasado martes por la noche, cuando un accidente de tren dejó cerca de 60 fallecidos y más de un centenar de heridos, entre el dolor y la indignación por una tragedia que, a ojos de muchos, incluidos sindicatos, era solo cuestión ... de tiempo que ocurriera. El malestar se ha extendido en las últimas horas por el país en forma de protestas en las calles y una huelga -este jueves- de los trabajadores del servicio ferroviario por un siniestro que atribuyen al deterioro de la infraestructura. El Gobierno heleno ha llegado a admitir «décadas de fracasos» en su gestión aunque, a la espera de que la investigación abierta dé resultados, ha atribuido el suceso a un «error humano». De hecho, el jefe de la estación de Larisa -que se espera que comparezca el viernes ante el fiscal- se encuentra detenido por su posible responsabilidad en el choque entre el Intercity con 350 pasajeros y el convoy de mercancías, que circulaban por la misma vía en direcciones opuestas.
La actuación y las palabras de las autoridades tras la tragedia, sin embargo, no ha calmado el malestar entre trabajadores y ciudadanos, que el miércoles protagonizaron una manifestación fuera de la sede de Hellenic Train, la compañía responsable del servicio, que fue disuelta por la Policía con el uso de gases. Y en Tesalónica varios estudiantes realizaron una sentada frente a la estación de tren con pancartas con lemas como 'No es un accidente, es un crimen'. «El dolor se ha transformado en ira», describieron desde los sindicatos. Kostas Geridunias, presidente de la central que agrupa a los maquinistas, denunció en la televisión pública ERT el deterioro de la infraestructura ferroviaria de Grecia. «Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Salónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores verían los semáforos en rojo y se detendrían a tiempo», lamentó.
El Gobierno heleno ha reconocido, en parte, las críticas recibidas y su portavoz, Yiannis Economou, aseguró que la investigación analizará «retrasos en la ejecución de trabajos ferroviarios causados por las deficiencias crónicas del sector público y décadas de fracasos». Un ejemplo es que, un lustro después de que la compañía Hellenic Train fuera privatizada y vendida al grupo italiano Ferrovie dello Statto (FS), los sistemas de seguridad aún no han sido automatizados. Los sindicatos denuncian que las deficiencias de la línea donde se produjo el siniestro, y que conecta Atenas con Tesalónica, se conocen desde hace años. El suceso, por ahora, le ha costado el cargo al ministro de Transportes -renunció horas después- y a dos de los máximos responsables de la Organización Helénica de Ferrocarriles (OSE) que han presentado también su dimisión.
El jefe de estación arrestado, de 59 años y que se encontraba de guardia en el momento de la fatal colisión, habría asumido el fallo humano. Ante las autoridades explicó que siguió el procedimiento habitual para el cambio de vía de uno de los trenes, pero el sistema no procesó la orden. En el siniestro, ocurrido cerca de la localidad de Tempo, a unos 380 kilómetros de la capital griega, los dos primeros vagones quedaron aplastados por el impacto y el tercero se incendió con los viajeros dentro hasta alcanzar una temperatura de 1.300 grados. El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, pendiente de la convocatoria de elecciones en abril, afirmó que se investigará a fondo lo ocurrido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
98 puntos Parker: ¿Cómo funcionan las puntuaciones de los vinos?
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.