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La sucesión de objetos voladores no identificados en el espacio aéreo norteamericano en los últimos días, y que China también ha denunciado sobre su territorio, está envuelta en un enorme misterio. ¿Qué son estos artilugios? ¿Por qué se han multiplicado los avistamientos desde que se ... detectara un globo-espía asiático a principios de mes? ¿Quién los ha lanzado? ¿Y para qué? ¿Existe alguna posibilidad de que se trate, en realidad, de ovnis? La situación genera tantas dudas -y aún muchas más especulaciones- que hasta esa opción, la de que sean naves extraterrestres, se ha puesto sobre la mesa.
«No he descartado nada en este momento», contestaba Glen D. VanHerck, general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, este domingo cuando se le planteó la idea. Aunque esta madrugada, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean Pierre quiso poner freno a las especulaciones: «No tenemos indicios de extraterrestres o de actividad extraterrestre», precisó. Por su parte, John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional dice que por saber no saben nada. Al más puro estilo gallego.
Se han filtrado algunos elementos. Los dos primeros «objetos» volaban a 12.000 metros de altura y tenían el tamaño de un coche pequeño (el globo chino era del tamaño de tres autobuses). El que fue destruido en Yukón tenía una forma «cilíndrica», según Ottawa. El Pentágono describió como «octogonal» el del domingo y dijo que se desplazaba lentamente a una altura de 6.000 metros.
Kirby no comparó estos «objetos» con el globo chino derribado el 4 de febrero, del que se recuperaron importantes sensores y piezas electrónicas, así como trozos de su estructura, según el ejército estadounidense. «Sabíamos exactamente lo que era. Lo vimos reducir la velocidad, maniobrar, tratando de observar lo que creemos que eran instalaciones militares delicadas», dijo sobre el globo chino.
Lo único cierto es que la presencia de estos artefactos, y el derribo de cuatro de ellos en poco más de una semana, ha elevado la tensión entre Washington y Pekín, cuyas relaciones no pasaban por su mejor momento. De hecho, la visita del secretario de Estado, Antony Blinke, prevista para el pasado 5 de febrero sigue aplazada 'sine die'.
Los funcionarios del Pentágono y de la Inteligencia estadounidenses tratan ahora de arrojar luz sobre esta 'invasión' de objetos voladores no identificados que ha descolocado incluso a los responsables de la defensa del país. Y se ha creado un equipo para estudiar también los riesgos para la seguridad.
La explicación de semejante 'invasión' podría encontrarse en los restos de los artilugios derribados -si es que queda algún pedazo más o menos analizable- que aún se buscan por diferentes rincones del mapa, incluido el hielo marino. Cuanto más bajo se mueven estos objetos mayor peligro para la aviación civil representan pero, por ahora, no está claro ni qué los mantiene en el aire. La razón que explicaría «en parte» la detección de tantos en poco tiempo es que EE UU está «examinando más de cerca» su espacio aéreo a esas altitudes y que, además, ha habido una «mejora» en su radar, argumentó Melissa Dalton, subsecretaria de Defensa.
Los funcionarios se han volcado también en la revisión de vídeos y la lectura de sensores que han recopilado los pilotos estadounidenses que observaron los artilugios antes de su destrucción, lo que esperan que sirva para responder alguna incógnita. Nadie, dijo uno de ellos para evitar ciertas teorías conspiranoicas, piensa que no hayan sido creados en la Tierra. En un informe publicado este mismo año por la comunidad de Inteligencia del país se contabilizaban hasta 366 incidentes sin explicación, casi la mitad (163) identificados después como globos.
El escenario más alarmante que analizan algunos funcionarios es que sean enviados por China u otra potencia para aprender más sobre los sistemas de Inteligencia de EE UU y descubrir, por ejemplo, cuánto tardan en detectar una incursión y también en proceder a detenerla. El gigante asiático sabe que carga con la sombra de la sospecha y, tras defender que su globo no tenía intenciones de espionaje sino científicas, este lunes aseguró que sobre su territorio han sobrevolado globos estadounidenses, más de una decena desde enero de 2022.
«No es raro que Estados Unidos entre ilegalmente en el espacio aéreo de otros países», lanzó el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin. El choque de potencias, y que parecía hasta hace unas semanas que se había suavizados tras numerosos esfuerzos, vuelve a tomar velocidad con esta nueva crisis salpicada de incógnitas.
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