Trump irá a juicio por los papeles secretos en el punto álgido de la campaña electoral

Cannon ha desestimado las peticiones de los abogados de Trump que pedían retrasar el juicio hasta después de las elecciones presidenciales, previstas para noviembre del año que viene. Mientras, el Departamento de Justicia de EE UU había solicitado adelantar los procedimientos a diciembre de este año.

Sin embargo, los expertos señalaban que, de celebrarse el juicio después de las votaciones y en caso de que el magnate resultara ganador, podría existir el riesgo de que éste maniobrase para salir bien librado del proceso o incluso eludirlo. Ante un caso insólito como el actual, con un más que probable candidato republicano a la Casa Blanca sentado en el banquillo, nadie ha querido correr riesgos.

Después de escuchar el martes los argumentos de ambas partes, la magistrada ha optado por mantenerse «neutral» a la hora de elegir una fecha y anunció ayer que el juicio, que tendrá lugar durante dos semanas, se desarrollará en la División de Fort Pierce del Tribunal de Distrito de EE UU, en el sur de Florida, a pocos meses del cierre de la campaña electoral. A la polémica inherente a un expresidente encausado con cargos federales por primera vez en la historia del país, se suma que la jueza, de origen colombiano, deberá evaluar el comportamiento legal del hombre que la puso en el cargo.

Trump, de 77 años, se enfrenta a 37 imputaciones por haberse quedado «deliberadamente» con documentos altamente confidenciales en su residencia y club privado de Mar-a-Lago, en Florida tras su salida de la Casa Blanca. También por obstrucción a la Justicia y por mentir a los funcionarios federales encargados de hacer cumplir la ley. Trump se ha declarado inocente de todas las acusaciones.

Según la Justicia, los papeles secretos que el expresidente almacenaba en cajas en su vivienda contenían información «sensible» sobre las capacidades del Pentágono en materia armamentística. Junto a él, estará sentado en el banquillo de los acusados Waltine Nauta, que fue su asistente cuando era presidente y quedó a su servicio también cuando dejó la Casa Blanca en enero de 2021. Los fiscales alegaron que el exdirigente reclutó a Nauta para que lo ayudara a quedarse con algunos dossieres.

El magnate figura como el favorito para la nominación republicana de 2024. Habrá que ver si el líder derechista aprovecha también este anuncio para propulsar aún más su candidatura, como ha hecho con pasados problemas judiciales durante su campaña.

La elección de Cannon para llevar el caso fue aleatoria, al haber sido seleccionada a ciegas entre varios jueces federales en activo del Departamento de Justicia del distrito sur de Florida, pero es un llamativo aspecto de la «suerte» del magnate. En 2020, con 38 años, Cannon fue nominada por Trump para un cargo vitalicio. La jueza nació en Cali, en el oeste de Colombia, y se crió en Florida porque su madre emigró a EE UU desde Cuba cuando era niña.

Trump ha atacado en numerosas ocasiones ésta y otras investigaciones en su contra, tachando los procesos de una «caza de brujas». Algo que le ha funcionado, paradójicamente, para elevar su popularidad en la batalla electoral y aventajar en los sondeos a su principal rival para unas primarias, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.