Trump se compara con Navalni y tacha de «loco» al juez de una de sus causas

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Rafael M. Mañueco

El expresidente se llevaba hace escasos días el último varapalo judicial al ser condenado por un juez de Nueva York a abonar una multa de 355 millones de dólares por sus manejos de la Organización Trump. Está acusado de inflar el valor de los activos de su emporio y, además de la sanción por ello, el magistrado Arthur Engoron decidió inhabilitarlo durante tres años para operaciones comerciales. «Es una forma de Navalni», denunció el empresario sobre la condena. «Es una forma de comunismo o fascismo. El tipo es un loco», insistió.

Trump considera que el caso, sumado a otras cuentas pendientes que tiene con la Justicia, esconde en realidad una persecución política para torpedear su campaña hacia la Casa Blanca. Igual que los problemas que se encontró Navalni como opositor, o al menos eso sostiene el expresidente. En los días posteriores al fallecimiento del disidente ruso, sin embargo, el magnate guardó silencio y no fue hasta el lunes cuando utilizó una vez más su red Truth Social para decir que su «repentina muerte» le había hecho «más consciente de lo que está pasando» en Estados Unidos.

El martes fue más allá y en la entrevista en Fox News afirmó que la muerte de Navalni era «una situación muy triste». «Él fue muy valiente porque regresó y podría haberse quedado lejos. Y francamente, probablemente habría sido mucho mejor que se quedara lejos y que hablara fuera de su país, en vez de regresar porque mucha gente pensó que podría pasar, y pasó», reflexionó el empresario sin mencionar a Putin en ningún momento. Trump pasó por alto las denuncias lanzadas desde el entorno del opositor ruso, que sospecha que el Kremlin tuvo algo que ver en su fallecimiento. El expresidente buscaba, en realidad, presentarse a sí mismo como otra víctima: «Es algo horrible, pero está pasando en nuestro país también».

«Soy el candidato al frente de las encuestas. Nunca me habían acusado, y ahora fui acusado cuatro veces», volvió a recordar Trump que, por ahora, va en cabeza en las primarias republicanas para su nominación como candidato del partido a las elecciones que se celebrarán en otoño. Este fin de semana tiene precisamente un examen clave con la votación en Carolina del Sur, la 'casa' de Nikki Haley, la única de sus rivales que aún sigue adelante con su candidatura pese a la diferencia de apoyos. Mientras, el expresidente se enfrenta, aparte del juicio civil a la Organización Trump, a 91 cargos por la toma del Capitolio en 2021 por parte de sus simpatizantes o el intento de alterar el resultado electoral que dio ganador a Joe Biden, entre otras cuestiones.