El día del atentado, Matthew Crooks sobrevoló un dron por el escenario de la feria de granjeros de Butler en la que Donald Trump iba a dar un mitin, pero a esas horas los sistemas de radares que lo hubieran detectado estaban caídos. Más tarde, ... cuando ya se había posicionado sobre el tejado desde el que disparó contra el expresidente, varios asistentes lo vieron subir con un rifle y avisaron a la Policía, pero los agentes de los Servicios Secretos no lo supieron hasta que oyeron los disparos.
Publicidad
Noticias relacionadas
«En 15,5 segundos desde que pegó el primer tiro, ya había sido neutralizado», dijo este martes el director en funciones de los Servicios Secretos, Paul Abbate, a los senadores de los Comités Judicial y de Seguridad Doméstica que le interrogaron en audiencia conjunta.
Después de los primeros nueve disparos, hubo una pausa, según un análisis encargado por el diario 'The Washington Post'. El noveno lo había lanzado en su dirección un agente local. No fue el que le mató, pero sirvió para distraer al joven de 20 años, que levantó el dedo de su AR-15 para buscar cobertura. Entonces le llegó el décimo y último tiro que se oyó en el mitin. Era el de un agente antifrancotirador de los Servicios Secretos, que puso fin a su vida con una bala certera.
Esa eficacia salvó al expresidente y, probablemente, a otras personas del público. Dos resultaron heridas y una falleció en el acto. Poco después de glorificar a los agentes que evitaron un drama de magnitudes históricas, llegó el momento de criticar a la agencia por los fallos que dieron al joven semejante oportunidad.
La anterior audiencia en el Congreso para entender la actuación de los Servicios Secretos provocó la dimisión de Kimberly Cheatle, la primera mujer en dirigir el cuerpo. Sabía que había fallado en proporcionar a los legisladores con las respuestas que esperaban. Las voces iracundas de ambos partidos que pedían su dimisión no se hicieron esperar. El comité bipartidista que se ha formado iría a degüello a por ella como máxima responsable, por lo que prefirió dejar el cargo «para asegurar una completa transparencia».
Publicidad
Paul Abbate
Director en funciones de los Servicios Secretos
Su sucesor en funciones estuvo sobre la escena del crimen al día siguiente del intento de atentado. «Fui al tejado del edificio desde el que el asaltante disparó y me posicioné boca abajo para evaluar su ángulo de visión. Lo que vi me dejó avergonzado», confesó este martes a los senadores.
Ni él mismo entiende por qué aquel edificio, fuera del perímetro de seguridad, pero a tiro del expresidente, no estaba protegido. «Suponíamos que de eso se encargaban las fuerzas locales», aclaró. «Hicimos una suposición incorrecta. Pueden estar seguros de que no volveremos a cometer el mismo error», prometió.
Publicidad
Noticia relacionada
Varios senadores republicanos le atacaron ferozmente por considerar que su líder no estaba siendo adecuadamente protegido por razones políticas. «Señor, he perdido el sueño durante los últimos 17 días, al igual que usted. Sé que este podía haber sido nuestro Depósito de Libros Escolares de Texas», dijo en referencia al edificio de Dallas desde el que Lee Harvey Oswald disparó a John F. Kennedy. «¡Entonces despida a alguien!», le ordenó el senador Josh Hawley, que quiere ver rodar más cabezas. Rowe, quien satisfizo por su humildad y remordimiento, se negó a echar a nadie hasta que concluya la investigación del FBI. «Si alguien se saltó los protocolos se le disciplinará adecuadamente», aseguró.
Quedan otros asuntos técnicos que resolver. Por ejemplo, por qué las comunicaciones por radio entre los cuerpos de la Policía local de Butler y la estatal de Pensilvania no llegaron por radio a los agentes de los Servicios Secretos, y por qué los sistemas antidrón no estaban activados dos horas antes de que Trump subiera al escenario. «Podíamos haberlo parado», se lamentó el funcionario.
Publicidad
Las autoridades no han encontrado señales de que nadie más que el asesino tuviera conocimiento de lo que iba a hacer, por lo que se cree que actuó solo. Crooks hizo búsquedas por internet tanto de Trump como de Biden, y otros altos cargos del gobierno de este. No ha dejado manifiesto, ni huellas en las redes sociales, pero este martes Rowe compartió que recientemente se ha encontrado una cuenta que puede ser suya. Desde ella se publicaron entre 2019 y 2020 cerca de 700 comentarios «de naturaleza extrema», con retórica antiinmigrante y antisemita.
La unidad inicial entre ambos partidos para formar una comisión bipartidista que investigue concienzudamente los hechos ha empezado a resquebrajarse nada más formarse. Entre los siete republicanos que el portavoz del Congreso, Mike Johnson, nombró el lunes se encuentra el congresista de Texas Pat Fallon, que votó en contra de certificar los resultados electorales de 2020 que dieron la victoria a Joe Biden, así como su colega Mark Green, de Tennessee, que también niega la victoria del actual presidente. Aún así, la ultraderecha no confía en la investigación del Congreso y pide una independiente, por lo que sus correligionarios intentan hacer rodar más cabezas para calmar la ira.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.