Secciones
Servicios
Destacamos
En pleno corazón del mapa estadounidense se encuentra la localidad de Marion (Kansas), con una población en descenso de 1.922 personas, 98% blancas, según el último censo de 2020, concentrada en 556 familias. El dicho de «pueblo chico, infierno grande» no puede ser más ... verdad aquí, donde la Policía llevó a cabo el sábado una redada en las oficinas del periódico 'Madison County Record', además de en la residencia de sus propietarios, la de una de sus siete empleadas y la de una concejala de 80 años. El caso ha enervado a la comunidad periodística de todo el país, que lo ve como un ataque directo a la libertad de expresión.
Al día siguiente de que todo el Departamento de Policía de Marion al completo, o sea cinco personas, incluyendo al sheriff, irrumpiera en casa de la propietaria del periódico, Joan Meyer, de 98 años, la mujer cayó muerta al suelo. Estaba «estresada más allá de sus límites y sobrepasada por horas de conmoción y duelo tras la redada policial en su casa», escribió el rotativo en su rudimentaria página web. Más allá de su edad casi centenaria, la nota asegura que tenía buena salud, pero tras la conmoción del viernes «no pudo dormir, ni comer». Su familia era propietaria de la publicación semanal en la que trabajaba desde 1948, tras habérselo comprado a quienes lo fundaron en 1874.
«Vio entre lágrimas cómo la Policía se llevaba su ordenador, el router que utilizaba para Alexa, y revolvía sus estados de cuenta personales y los de su hijo Eric (director del medio), dejando los cables en una pila retorcida sobre el suelo», seguía el artículo. «Con eso se llevaron la capacidad de Joan Meyer de ver series de televisión en su casa y obtener ayuda», concluía.
La muerte de la matriarca aviva el caso que ha unido rápidamente a la industria en apoyo de un caso sumamente local, visto como un dardo «atroz» en el corazón de la enmienda constitucional en favor de la libertad de prensa. La sociedad de periodistas profesionales dice estar tan preocupada que se hará cargo de los 20.000 dólares en costes legales para la redacción. La Asociación de Prensa de Kansas, la Asociación Nacional de Periódicos, la Fundación por la Libertad de Prensa, la Asociación para Reconstruir los Medios Locales… La lista de apoyos, a la que se han sumado los directores de los principales medios estadounidenses, es interminable.
El 'Record' ha comunicado su determinación de demandar federalmente al Ayuntamiento de Marion «y a aquellos involucrados en la redada», porque los expertos legales le han dicho «unánimemente» que violaron múltiples leyes estatales y federales, incluyendo la Constitución de Estados Unidos. «De momento, nuestra prioridad es poder publicar el periódico la semana que viene, pero también asegurarnos de que ninguna otra organización mediática se ve expuesta nunca a las tácticas de la Gestapo que hemos visto», dijo el director general, Eric Meyer, hijo de la fallecida.
La disputa probablemente tenga raíces muy antiguas que puedan acabar en una película de Martin McDonard ('Tres anuncios en las afueras' de Erbing, Missouri) o los hermanos Cohen ('Fargo'), pero en el pasado reciente se pueden rastrear hasta el 2 de agosto, cuando la Policía echó del café Kari's Kitchen a Meyer y a su periodista Phillis Zorn durante un acto público en el que el congresista republicano Jake LaTurner saludaba a los constituyentes. «'The Record' tiene una larga reputación retorciendo los comentarios de la gente y no quería que mis clientes se vieran expuestos a que malinterpretasen sus comentarios», ha explicado la propietaria a CNN. Kari Newell, que tiene la cafetería en el hotel de su hermano, acusó después al rotativo en un pleno del Ayuntamiento de haber usurpado su identidad para obtener información sobre una multa de tráfico por conducir ebria que resultó en la retirada del carnet en 2008. El periódico asegura que lo supo por un informante, que denunció a la mujer por conducir sin permiso. Con todo, decidió no publicarlo al sospechar que estaba siendo manipulado por su marido, con el que está en proceso de divorcio.
La historia detrás de la historia es que el periódico también investigaba al jefe de la Policía, Gideon Cody, por acusaciones de abuso sexual, que probablemente este habrá encontrado en los ordenadores que se llevó con una orden judicial. Si Joan Meyer cayó muerta al suelo de la conmoción, la demandante Kari Newell dice estar atónita por la espiral de los acontecimientos, que la han puesto en el punto de mira de todo el país y medio mundo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.