Secciones
Servicios
Destacamos
¿Se puede contagiar la magia? Barack Obama intentó este martes prestarle la suya a Kamala Harris, la mujer que aspira a seguirle los pasos en la historia convirtiéndose en la segunda persona de color en llegar al Despacho Oval.
Desde que se conocieron en ... 2004, cuando ella le organizó una cena de recaudación de fondos en San Francisco para ayudarle en su campaña al Senado, ambos conectaron al instante. Compartían la experiencia vital de haber sido criados por una madre soltera bien educada en un contexto de diversidad racial. El expresidente es hijo de una mujer blanca de Kansas y un afroamericano de Kenia, del que se enamoró en la universidad. La nueva candidata presidencial del Partido Demócrata es hija de una bióloga de India y un economista de Jamaica. Ninguno de esos dos matrimonios duró lo suficiente, pero su propia biografía, lejos de los guetos, pese a su color tostado, les dio la visión de optimismo que Obama contagió a las masas en la campaña de la esperanza. ¿Podrá Harris hacer lo mismo?
«No la conozco, no sé lo que ha hecho como vicepresidenta, solo me cuentan que ha sido fiscal general en California», se resistía Ashley Metcalf. Fuera del United Center reina el escepticismo. Dentro, el entusiasmo. Hay una mezcla de alivio por la retirada de Joe Biden, que ha permitido reiniciar una campaña abocada al fracaso, de agradecimiento hacia Harris, por haber estado a la altura uniendo rápidamente al partido, y de esperanza. La que ofrece precisamente una candidata de la que se sabía muy poco.
Noticias relacionadas
Las primarias son el momento en el que los candidatos tienen que presentarse y definir su imagen. En su primer intento de 2020, Harris no llegó al 3% de la intención de voto y se retiró de la contienda antes incluso de los caucus de Iowa. A diferencia de cualquier otro ciclo electoral en Estados Unidos, esta vez no hay un año por delante para ponerla a prueba y escrutar su pasado. El país dispone de dos meses y medio para averiguar quién es.
La convención del partido es, tradicionalmente, un gran publirreportaje para vender la imagen del candidato y cerrar las heridas que hayan dejado las primarias. En esta hay pocas que sanar, salvo las de Gaza. Está totalmente centrada en definir a la aspirante y su agenda de gobierno.
A eso se dedican los ponentes. Hillary Clinton recordó que, como jóvenes abogadas, ambas luchaban por defender a los menores víctimas de abusos. «El tipo de trabajo que cambia a una persona», explicó. «Os aseguro que lleva consigo las esperanzas de cada niño al que ha protegido, cada familia a la que ha ayudado y cada comunidad a la que ha servido».
Más bibliográfica fue la ponencia de Derreck Johnson, amiga de la infancia de Harris. Su vecina de Oakland, una ciudad dormitorio de San Francisco donde más del 60% de los residentes es de color, la definió como una persona «empática» y valiente con la que «te desternillas de la risa», que no dudó en defenderla del bullying. Las fotos de la pequeña Kamala, que la propia candidata recordó en un debate presidencial por haber sido llevada en autobuses a colegios de barrios blancos, con lo que se intentaba compensar la marginación, salpicó su intervención con toda una cantera de símbolos que servirá para conectarla con las clases medias bajas.
Su directora de comunicación hispana recordaba en Filadelfia que esta campaña solo tiene un mes. «Danos un poco de tiempo. Cuando los hispanos sepan que la crió una madre que ni siquiera hablaba inglés como primera lengua y que ella misma trabajó en un McDonald's se identificarán con ella». Esta semana es su oportunidad. «¿Quién es Kamala Harris? No vamos a votar por alguien solo porque sea de color», decía en la calle Dina R., una manifestante que prefirió reservarse el apellido.
Ser una cara nueva también tiene sus ventajas. El líder demócrata Tom Dashle recomendó al joven senador Obama que se presentase a la presidencia antes de labrarse una reputación política, porque así podría ser el espejo de todos los sueños. Apelar a «los mejores ángeles» de cada uno, como dijo emocionado Bruce Springsteen, y permitirles soñar que el país que imaginan es posible.
Para el discurso del martes, Obama ha tenido que rectificar lo que llevaba tres meses escribiendo, según fuentes de 'The New York Times'. Es mucho más fácil despertar el optimismo hacia el futuro con una mujer de 59 años que marca un hito en la historia, que con el pasado de un hombre de 81 que todavía quiere ser presidente cuatro años más. El exmandatario, fiel al papel neutral de hombre de Estado que ha adoptado, inspirado por los Bush, no se pronunció sobre la candidatura de Biden, ni sobre la viabilidad de Harris como candidata hasta que todos los delegados confirmaron su nominación en una votación virtual. Con todo, cuentan que fue la «tercera o cuarta llamada» que hizo la vicepresidenta al saberlo, después de su familia.
La amistad que les une garantiza que Obama se involucrará en cuerpo y alma en su campaña, como asesor en la sombra y en los escenarios de los Estados bisagra, donde necesita resucitar a todo el electorado zombi que en 2008 abandonó el cinismo político y confió en que un gobierno mejor era posible. «¡Estamos tan orgullosos de nuestra chica!», le dijo Michelle Obama en la videollamada, grabada como promoción, en la que oficializaron su apoyo. «Vamos a hacer todo lo que podamos para apoyarte. ¡Esto va a ser histórico!».
Robert F. Kennedy Jr., sobrino del expresidente estadounidense John F. Kennedy, baraja dar un paso a un lado en la carrera hacia la Casa Blanca y retirar su candidatura como independiente para sumar sus fuerzas a la campaña del republicano Donald Trump. Fue su compañera de fórmula electoral, Nicole Shanahan, quien deslizó la idea en una entrevista publicada este martes, aunque no puso fecha a esta decisión. El propio candidato, hijo del fallecido político demócrata Robert F. Kennedy y conocido antivacunas, dejó caer sus intenciones a través de un comentario en la red social X: «Como siempre, estoy dispuesto a hablar con los líderes de cualquier partido para promover los objetivos que he perseguido durante 40 años en mi carrera y en esta campaña».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.