Secciones
Servicios
Destacamos
Mercedes Gallego
Corresponsal. Nueva York
Jueves, 2 de mayo 2024, 08:06
Estados Unidos amanece este jueves con una nueva jornada de protestas propalestinas e intervenciones policiales en las universidades del país. La situación, lejos de calmarse tras el arresto de más de un millar de personas en diferentes campus en los últimos días, continúa tensa. El ... epicentro se encuentra ahora en UCLA, en Los Ángeles, donde centenares de efectivos de la Policía han comenzado a derribar las barricadas levantadas por los estudiantes, entre quienes se han producido decenas de detenciones a primera hora. En New Hamsphire, en el Dartmouth College, unos noventa manifestantes -entre ellos una docente de 65 años- han acabado esposados ante la negativa a abandonar la acampada. En ambos casos, los jóvenes, y también algunos profesores, defendían que se trataba de una concentración «pacífica» y han pedido a los agentes que se marcharan «a casa».
En la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) muchos alumnos han mostrado resistencia ante la entrada de la Policía y varias decenas, unos cuarenta, según el diario 'The Washington Post', han tomado barras de metal, palos y conos de tráfico. «¡No disparen!», gritaban unos. «¡Sólo somos estudiantes!», clamaban otros. Algunos se han dirigido a los agentes para preguntarles dónde se encontraban la noche anterior, cuando grupos judíos agredieron a los manifestantes propalestinos sin que los policías intervinieran hasta pasadas unas cuantas horas. Testigos de lo ocurrido aseguraron que las patrullas utilizaron en sus cargas granadas paralizantes.l
De Nueva York a California, las protestas propalestinas se han multiplicado tanto que hace falta un mapa para ilustrarlas y las cargas policiales se repiten en diversos campus, aunque en UCLA fue la contraparte judía la que se encargó de ello, armada con palos y barras de metal. Las críticas a la impasibilidad de los agentes y la seguridad privada de esta Universidad se propagaron el miércoles al difundirse vídeos de la batalla campal ocurrida de madrugada. La Policía tardó tres horas en presentarse y todavía una más en actuar, según la cronología elaborada por el diario 'Los Ángeles Times'.
Las fotos del rotativo muestran a los grupos de seguridad privada contratados por la Universidad contemplando a una distancia prudente sin intervenir. Los contramanifestantes llegaron con máscaras blancas y capuchas negras, dispuestos a destruir violentamente el campamento propalestino. Al menos 15 estudiantes resultaron heridos, algunos de los cuales tuvieron que ser hospitalizados, sin que se conozca el número.
La policía de Nueva York sacó a la fuerza a los manifestantes pro-Palestina de La Universidad de Columbia, arrestaron a más de 100 y despejaron todo el campamento en 2 horas. 👊🏼🔥 ¿Apoyas esta mano de hierro contra los promotores del terrorismo de Hamas? pic.twitter.com/5QmjzJQOxS
— Eduardo Menoni (@eduardomenoni) May 1, 2024
Desde las tiendas de campaña, los alumnos se defendían utilizando los tablones como escudos y rociando a sus atacantes con gas pimienta. Hubo hasta fuegos artificiales en un centro que había presumido hasta el momento de ser más tolerante con las protestas. El decano, Gene Block, anunció la suspensión del derecho de asamblea, con lo que declaró el campamento ilegal e invitó a la Policía a dispersarlo. Durante todo el día la tensión se cortaba con cuchillo. Estudiantes y profesores formaron un escudo humano para protegerles, mientras que los agentes antidisturbios esperaban amenazadores la orden de carga, apostados a poca distancia. Hasta que la Policía universitaria anunció por los altavoces que todos los que no despejaran el área «inmediatamente» serían detenidos.
En Nueva York, la Policía que la noche antes había desocupado el campus de Morningside de la Universidad de Columbia volvió a estar dedicada a abortar la toma de otro edificio en la de Fordham, tras haber multiplicado los arrestos en la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Noticia relacionada
Según la cuenta de 'The New York Times', más de 1.300 manifestantes han sido detenidos en al menos una treintena de universidades estadounidenses, desde que el pasado 18 de abril la presidenta de Columbia invitase a la Policía a despejar un campamento de protesta por los lazos de la Universidad con empresas que apoyan a Israel en su campaña contra Gaza. Aquella primera carga que prendió la mecha se saldó con 108 detenidos, a los que el martes por la noche se le sumaron otros 300.
La policía de NY deteniendo y sacando del campus a terroristas organizados que quisieron imponer el terror en la universidad de Columbia , de fondo el aplauso de la gente , ahora quedará por descubrir la organización criminal detrás de la protesta que existió pic.twitter.com/Wes6udiLjZ
— @IsraelVive (@IsraelVive1948) May 1, 2024
En la Universidad Estatal de Portland (Oregón), los estudiantes ocuparon la biblioteca y estaban a la espera de la policía tras leer el mensaje de la presidenta, Ann Cud: «Es importante regresar a la misión educativa de esta Universidad», dijo en un comunicado, en el que prometía que este jueves las aulas volverían a estar abiertas para las clases. Como última oportunidad ofreció no presentar cargos ni expedientes disciplinarios a quienes aprovechasen esa amnistía para marcharse, lo que facilitó la salida de medio centenar de manifestantes que se habían hecho fuertes en la biblioteca. «Haremos todo lo que podamos para la desescalada, pero no se equivoquen, también tomaremos las acciones apropiadas para pasarle cuentas a los individuos responsables de conducta criminal», decía el comunicado.
El miércoles, la Universidad del Norte de Arizona aportó al saldo global dos docenas de detenidos, además de suspender al grupo de Students for Justice in Palestine y amenazar con la expulsión a quienes monten «estructuras temporales». Hay también un toque de queda que limita la actividad de 8 de la mañana a 5 de la tarde.
En La Universidad de Texas, la intervención policial se llevó por delante a un periodista de Austin que trabajaba para la cadena KTBC. Además de ser golpeado y arrestado, fue acusado de golpear a la policía con su cámara.
Aunque la tendencia generalizada, al amparo de políticos demócratas y republicanos, era utilizar la fuerza para romper las peores protestas estudiantiles que se hayan producido en el país desde mayo del 68, había también algunos centros dispuestos a calmar los ánimos. Se trataba, por ejemplo de la Universidad Estatal de California en Sacramento, donde su presidente, Luke Wood, dijo en un comunicado estar «comprometido a crear las condiciones de seguridad necesarias para apoyar el derecho constitucional de los estudiantes» a manifestarse involucrarse en actividades de desobediencia civil.
Más admirable era el ejemplo de la Universidad de Northwestern, en Evanston, Illinois. Allí las negociaciones entre las autoridades académicas y los grupos de protesta permitieron una salida negociada que ha sido muy criticada por los grupos judíos. Los estudiantes se retiraron voluntariamente tras aceptar de la Universidad un compromiso de transparencia sobre sus actividades financieras y la creación de cinco becas para estudiantes palestinos y dos para profesores visitantes. Lo que el American Jewish Commette vio como «sucumbir a las demandas de la turba », la presidenta de estudios religiosos de la Universidad, Elizabeth Shakman Hurd, lo ve como «un modelo que puede usarse en cualquier otra parte» para resolver pacíficamente estos focos de protesta que se multiplican por doquier.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.