Luís Montenegro saluda a un simpatizante de su partido. Efe

La participación sube cinco puntos en el ecuador de la jornada electoral en Portugal

Los sondeos da una ligera ventaja al conservador Luís Montenegro, que se ha comprometido a no pactar con la ultraderecha

T. Nieva

Domingo, 10 de marzo 2024, 16:49

Portugal vota hoy en un ambiente de incertidumbre y de desencanto con la clase política. Tras ocho años de gobiernos socialistas, las encuestas dan una ligera ventaja a los conservadores de Luís Montenegro. La tasa de participación a las cuatro de la tarde era del ... 51,96%, en alza en comparación a las últimas legislativas (45,66%), informó la administración electoral.

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Según los últimos sondeos previos a los comicios, la Alianza Democrática (AD) de centroderecha liderada por Luis Montenegro, de 51 años, encabeza las encuestas con poco más del 30% de las intenciones de voto, y tiene una pequeña ventaja sobre el Partido Socialista (PS), agrupado en torno a Pedro Nuno Santos, de 46 años.

El partido antisistema Chega (Basta), con André Ventura, de 41 años, al frente y tercera fuerza política desde las legislativas de 2022, podría obtener entre el 15 y 20% de los votos.

Según las encuestas preelectorales, que aún contaban muchos indecisos, toda la derecha (compuesta por AD, Chega e Iniciativa Liberal) debería ser mayoritaria en el próximo Parlamento. Sin embargo, Montenegro descarta formar gobierno con el apoyo de la extrema derecha, a riesgo de provocar un estancamiento si no alcanza la mayoría de los 230 escaños ni siquiera aliándose con los liberales. «Estoy muy tranquilo y me siento muy optimista», declaró el líder de AD tras haber votado en Espinho, cerca de Porto, en el norte.

Para el populista Ventura, los dos grandes partidos de centro, que se alternan el poder desde la llegada de la democracia en el país, son «sólo las dos caras de la misma moneda». «Para el cambio, se necesita a Chega», dijo este profesor de Derecho y antaño comentarista de fútbol, conocido por sus ataques xenófobos contra la minoría gitana.

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El balance del actual gobierno socialista se ha visto empañado por la inflación, pese a la consolidación de las finanzas públicas, el crecimiento por encima de la media europea y el bajo nivel de desempleo. Portugal también ha sufrido problemas en los servicios de salud y las escuelas, así como una gran crisis inmobiliaria.

A esto se suman una serie de escándalos de corrupción, que terminaron haciendo caer al primer ministro, António Costa, y el aumento de población migrante, que se ha duplicado en cinco años, dos de los temas electorales de la extrema derecha.

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