Nikki Haley se perfila como la alternativa a Trump

El grupo libertario que auspició el nacimiento del Tea Party en 2009 y está mayormente financiado por el multimillonario Charles Koch anunció este martes su decisión en lo que supone un varapalo para el gobernador de Florida, Ron Desantis, que hace menos de un año parecía consolidado como el rival de Trump. El expresidente le ha atacado sin piedad y él no se ha demostrado capaz de neutralizar sus golpes. Su labor de gobierno en Florida se ha revelado tan divisiva como el propio Trump, mientras que la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora de Trump en la ONU se presenta como una candidata pragmática dispuesta a negociar con la oposición para sacar adelante el ideario conservador.

«AFP está orgullosa de lanzar todo su apoyo a Nikki Haley, que ofrece a Estados Unidos la oportunidad de pasar la página de la actual era política, ganar las primarias republicanas y derrotar a Joe Biden en noviembre próximo», dijo en un comunicado Emy Seidel, veterana consejera del grupo. DeSantis cuenta con mayor infraestructura en estados clave como Iowa y Florida, pero la organización de los hermanos Koch está dispuesta a poner a disposición de Haley «un ejército de guerrilla de bases y recursos que la ayuden a ganar el apoyo de los estadounidenses para convertirse en la próxima presidenta de EE UU», dijo Seidel.

La decisión ha dejado lívido a DeSantis y sus asesores, que hasta el último momento han estado suplicando al grupo que pospusiera el comunicado. En comparación a anteriores elecciones, su posicionamiento ya es tardío, por lo que a pesar de que le haya resultado difícil rechazar a un candidato con el que mantiene muy buenas relaciones, AFP dijo no poder esperar más. Al grupo de los multimillonarios de Kansas que han erigido su fortuna sobre las refinerías de crudo y sus derivados petroquímicos no le falta dinero, pero precisamente porque sabía que en esta campaña lo importante será la movilización de las bases, ha construido en los últimos años una estructura de campo que rivalizará con el trabajo de DeSantis.

El gobernador de Florida alega que con ello está, de facto, fortaleciendo la candidatura de Trump, porque dadas sus similitudes muchos de sus seguidores pasarán a votar por el expresidente si creen que él no tiene posibilidades de ganar. «Todo lo que Nikki Haley puede hacer es acelerar los esfuerzos de Trump», argumentó este martes Andrew Romeo, director de comunicación de DeSantis. «No vamos a permitir que eso ocurra». Su siguiente paso fue atacarla por defender «una política de fronteras abiertas» y expresar su «decepción» ante el giro de un grupo libertario que, a su juicio, se ha decantado por una candidata más del establishment.

En los tres debates en los que ha logrado sobresalir hasta obtener un 20% de la intención de voto en New Hampshire, Haley ha destacado que el Partido Republicano ha perdido el voto popular en siete de las últimas ocho elecciones presidenciales, lo que presenta como prueba de que la formación de Reagan tiene que dejar atrás su negatividad y enfocarse en ganar apoyos. DeSantis, como Trump, tiene una estrategia populista y anti establishment que casa bien con los tiempos de escepticismo político y decadencia democrática entre los sectores más radicales y más decepcionados.

AFP reconoce que no coincide en todo con la candidata que ha decidido apoyar, pero adelanta que en las próximas semanas la ayudará a relanzarse con una importante campaña de anuncios. «Los miembros de AFP saben que hay demasiado en juego como para quedarse en la barrera», dijo ella en un comunicado de agradecimiento. «Esta es una elección entre la libertad y el socialismo, entre las libertades individuales y el gran gobierno, entre la responsabilidad fiscal y la deuda galopante. Tenemos que salvar al país».