Con guardería, coro de góspel y del tamaño de San Mamés. Así son las 'megaiglesias' que arrasan en EE UU

Las 'megaiglesias' han empezado a ser los nuevos lugares sagrados de los estadounidenses. Edificios muy grandes con misas actualizadas al siglo XXI. Según el Instituto de investigación religiosa Hatford, hay 1.750 templos en el país debido a la construcción masiva realizada durante las dos últimas décadas en los suburbios de las ciudades más pobladas, como Houston, Miami o Nueva York. Este tipo de parroquias no solo se han actualizado a nivel visual sino que los actos que acogen en su interior se realizan de manera más moderna para atraer a la gente más joven.

Los reverendos cobran un papel especial. Como si del presentador de un programa se tratara, los discursos y la producción de las misas hacen que él sea la estrella del 'show'. Los sermones en estas 'megaiglesias' pasan de ser puramente la palabra de Dios a tratar aspectos de la vida cotidiana salpicados con citas de la Biblia. Temas como el trabajo, la familia, las guerras o el desarrollo personal suelen ser parte de los discursos del párroco de turno.

Dentro de estos enormes templos se celebran auténticos espectáculos que suelen tener como guinda un coro de góspel, que mezcla canciones populares con los cantos religiosos clásicos. Todo un 'show' que nada tiene que envidiar a los conciertos de las estrellas de la música. El acto religioso, además, no solo es disfrutado por aquellos que se han congregado en la iglesia, sino que se transmite en directo a través de Facebook y YouTube y una vez finalizado se sube a estas plataformas para quienes no hayan podido acudir.

Estas megaestructuras eclesiásticas están preparadas para todo tipo de fieles. Hay guarderías para poder dejar a los niños mientras los adultos están en misa, liturgias en castellano, zonas de reunión y merchandising... Este tipo de novedades ha logrado que dos tercios de los asistentes a las homilías sean menores de 45 años, según un estudio realizado por Leadership Network, y que más de 2.000 personas se junten de media cada semana dentro de estos templos. Gracias a esas multitudes y al diseño tipo centro comercial de los edificios, los dólares fluyen por las arcas de esta iglesias con un servicio tan amplio que funciona siete días a la semana y cualquiera puede encontrar respuesta a sus necesidades espirituales.

Una investigación del Christian College reveló que las diez congregaciones más grandes de Estados Unidos manejan presupuestos por encima de los 35 millones de dólares anuales. Unos ingresos que proceden no solo de las donaciones sino asimismo de la venta de libros, el material multimedia o las cuotas de los socios. Se ha transformado la manera de dar sermones y también la forma de incrementar las ganancias.

El papel de estrella de los pastores también se evidencia en sus salarios. Si un cura de una congregación pequeña recibe alrededor de 28.000 dólares al año, los reverendos que llenan las 'megaiglesias' cobran hasta diez veces más. Joel Olsteen, al frente de la iglesia de Lakewood, el templo evangélico más grande de EE UU, ingresa 200.000 dólares por su trabajo, según la National Association of Church Business Administration.

La primera gran iglesia de este tipo fue creada en Reino Unido, concretamente en Londres, pero donde más se ha multiplicado esta forma de dar liturgias es en Estados Unidos. Pese a ello, los recintos más grandes se encuentran fuera de este país. En Corea del Sur, el templo de Yoido suma 830.000 miembros y ofrece siete servicios dominicales traducidos a 16 idiomas, y en Chile, el de Jotabeche cuenta con 350.000 feligreses. En India están construyendo varios de estos edificios con capacidad para 400.000 personas cada uno.

El expresidente Donald Trump guarda una relación estrecha con este tipo de pastores y no es raro que se valga en sus intervenciones de la forma de dar discursos que se suele utilizar en este tipo de iglesias. En sus mítines tampoco faltan cuestiones sobre temas delicados como el aborto para enamorar a muchos de estos predicadores y con ellos a todos sus feligreses.