El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se ha propuesto dar un escarmiento al Gobierno estadounidense mientras puede, ya que durante el mandato de Donald Trump era este el que le daba ultimátums. Tras unos comentarios del embajador Ken Salazar, que mostró su preocupación por ... la reforma judicial en marcha, el mandatario azteca ha decidido «poner en pausa» las relaciones diplomáticas entre ambos países.
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«Tienen que aprender a respetar la soberanía de México. No es cualquier cosa, porque nosotros no vamos a darles consejos allá, ni a decir qué está bien y qué está mal», dijo en conferencia de prensa.
La reforma judicial es parte de un paquete de cambios constitucionales que requerirán de la aprobación de dos tercios del Congreso de la Unión e incluye un amplio abanico de temas que van desde el sector energético a las pensiones. El embajador Salazar declaró el jueves pasado que «la elección popular de jueces es un riesgo mayor para una democracia como la de México», porque estaría sujeta a la corrupción política.
Tras la congelación de las relaciones diplomáticas, el representante estadounidense reiteró en X la «significativa preocupación» de su país. En un comunicado, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense advirtió que podría tener consecuencias comerciales, de acuerdo a las condiciones del Tratado Comercial entre México-EE UU- Canadá, cuya renovación de 2026 se negocia actualmente.
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