Un hombre ha sido detenido tras quemar viva a una mujer que viajaba en el metro neoyorquino. El terrible suceso ha tenido lugar este domingo en la estación de Coney Island, ubicada en el sur de la ciudad. «Es uno de los crímenes más depravados ... que un ser humano puede cometer», dijo Jessica Tisch, jefa del Departamento de Policía de Nueva York, al tratar de explicar lo ocurrido. El homicidio se produjo «cuando el tren entraba en la estación», momento en el que el asesino «caminó tranquilamente hacia la víctima, que se encontraba sentada al fondo de un vagón, y utilizó lo que creemos era un mechero para encender la ropa de la víctima, que quedó envuelta en llamas en cuestión de segundos».
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La cadena de televisión ABC7 señala que el asesino es un ciudadano guatemalteco de 33 años que habría llegado hace seis a Estados Unidos. Según el diario 'The New York Post', en 2018 fue deportado tras haber sido identificado como inmigrante irregular pero consiguió volver al país, donde residió en «varios albergues» municipales en Nueva York. Aun así, todavía se desconoce su identidad, al igual que la de la víctima, a la que ha sido imposible identificar dado el estado en el que ha quedado el cuerpo «totalmente carbonizado».
No se sabe el motivo por el que le prendió fuego, pero las cámaras de seguridad del suburbano neoyorquino pudieron captar el momento en el que se produjo el crimen. El asesino parece estar tranquilo en todo momento. Las imágenes se viralizaron en redes en cuestión de horas. Los testigos que presenciaron la escena llamaron a los servicios de emergencia de inmediato, pero «desafortunadamente llegaron demasiado tarde y la víctima fue declarada muerta en el lugar», explicó Tisch.
Inseguridad en el metro
Mientras tanto, el asesino observaba la escena desde el banco del andén. Finalmente, fue detenido en otra unidad de metro en Herald Square. Fueron tres estudiantes que viajaban en el mismo convoy los que lograron identificarlo gracias a las imágenes difundidas por las autoridades, y al constatar que llevaba con la misma ropa, llamaron a la Policía. Acto seguido, un agente llamó por radio para detener el tren y mantener las puertas cerradas para evitar que el hombre se escapara.
A pesar de que la delincuencia en el suburbano neoyorquino ha descendido un 42% desde 2021, son muchos los ciudadanos que evitan usar el metro para desplazarse por la ciudad. Según una encuesta del 'Citizens Budget Commission', el 78% de los residentes en la ciudad no se siente seguro cuando sube de noche a uno de sus vagones, y el 49% tampoco lo hace durante el día.
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