Estados Unidos acusa por primera vez a soldados rusos de crímenes de guerra

Según la acusación, los cuatro soldados rusos irrumpieron en la casa del ciudadano americano, situada en el pueblo ucraniano donde vivía con su esposa, natural de ese país. Lo secuestraron y lo trasladaron a un centro militar, donde recibió palizas y fue objeto de tortura psicológica durante diez días de abril de 2022.

En su testimonio, el estadounidense, que se había desplazado a Ucrania un año antes, asegura que los militares le desnudaron, le golpearon y simularon que iban a ejecutarle. Le acercaron una pistola a la nuca y dispararon después de pedirle que dijera unas últimas palabras, según recoge 'The Washington Post'. También le fotografiaron sin ropa y le amenazaron con agredirle sexualmente. «Las pruebas reunidas por nuestros agentes hablan de la brutalidad, criminalidad y depravación de la invasión rusa», recalcó el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

La Justicia estadounidense tiene la identidad de los dos oficiales rusos, Suren Seiranovich y Dimitri Budnik. De los dos militares de rango inferior sólo han difundido los nombres, Valeri y Nazar. «El Departamento de Justicia y el pueblo estadounidense tienen buena memoria. No olvidaremos las atrocidades cometidas en Ucrania», advirtió Merrick Garland. El fiscal general aclaró que la víctima era simplemente un ciudadano, ajeno al conflicto bélico, y que por tanto estaba «protegido» por la ley. A su juicio, sus secuestradores y torturadores cometieron un crimen de guerra. Garland se compromete a ser «implacable» a la hora de ayudar a Ucrania en este tipo de casos.

La colaboración entre las autoridades estadounidenses y ucranianas es fruto del acuerdo de intercambio de pruebas sellado hace un año entre los dos departamentos de justicia. Crearon un equipo de investigación de crímenes de guerra y comenzaron a recopilar pruebas para llevar a los acusados ante los tribunales.

Sin embargo, con la invasión rusa de Ucrania en activo desde hace dos años, la acción judicial americana puede quedarse en un mero acto simbólico. Parece difícil que los cuatro militares rusos acaben ante un juez estadounidense. La medida llega justo cuando el presidente de EE UU, Joe Biden, intenta que el Congreso apruebe el envío de más ayuda militar a Ucrania.