Dos jóvenes, atacadas con arma de fuego por subirse a un coche equivocado en EE UU

Las animadoras salían de su práctica la madrugada del martes y se dirigieron a su auto en fuera de un supermercado en la ciudad de Elgin. Una de ellas se subió por error a un auto que confundió con el suyo y se encontró con el tirador en el asiento del copiloto. Aunque la mujer salió inmediatamente e ingresó en el vehículo correcto, Tello la siguió y abrió fuego indiscriminadamente contra todas las ocupantes. Las balas impactaron en la pierna de una de las jóvenes y en la espalda de otra.

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«Vi al tipo salir por la puerta del pasajero, bajé la ventanilla y estaba tratando de disculparme con él», pero «levantó las manos, sacó un arma y comenzó a dispararnos a todos», explicó una de las compañeras de las víctimas. Pese a que el atacante huyó del lugar, horas después fue arrestado gracias a las cámaras de vigilancia del lugar. Tello fue acusado de conducta mortífera.

La animadora que se encuentra en la unidad cuidados intensivos del Hospital Dell Seton de la Universidad de Texas en Austin es Payton Washington, quien era la líder del grupo. Su familia ha indicado a la prensa que la jóven nació con un pulmón y, pese a los pronósticos médicos, ha logrado destacarse en el mundo del atletismo. Una campaña por internet ya ha logrado recaudar unos 90.000 euros para cubrir los gastos de su recuperación.

Este incidente es el tercer caso en el que una persona es atacada con un arma de fuego debido a un error en menos de una semana en Estados Unidos. Ralph Yarl, de 16 años, llamó a la puerta de la casa equivocada en Kansas City cuando fue a buscar a sus dos hermanos menores, y el dueño de la vivienda, un hombre de 84 años, le disparó causándole graves heridas. Hace cinco días, Kaylin Gillis murió después de que el GPS los condujera por otro camino y accedieran accidentalmente al estacionamiento de la casa de un hombre, de 65 años, que abrió fuego contra el coche.

Los tiroteos mortales ocurren regularmente en el país norteamericano, donde se estima que hay alrededor de 400 millones de armas y 330 millones de personas, según Amnistía Internacional.