Dejan en libertad a una de las discípulas de Charles Manson

Este viernes, el gobernador del Estado costero, Gavin Newson, ha anunciado que no vetaría -como ya lo había hecho en tres ocasiones anteriores- el fallo del tribunal. A pesar de estar «decepcionado» con la solicitud del panel de apelación, Newsom «desistió de desafiarlo», ha informado un portavoz de su despacho.

Van Houten, de 73 años, ingresó a prisión cuando tenía 20 tras ser declarada cómplice del asesinato de la actriz Sharon Tate y acusada de acuchillar brutalmente a la pareja Leno y Rosemary LaBianca, de 44 y 39 años. Condenada a cadena perpetua, desde 2016 la corte había solicitado su liberación por «estar arrepentida de sus delitos», pero le fue negada en cinco ocasiones.

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Su abogada Nancy Tetreault detalló a medios estadounidenses que «pasará un año en un centro de transición, desarrollando habilidades para enfrentarse a un mundo que ha cambiado mucho en las últimas cinco décadas». «Va a tener que aprender a vivir en el mundo. Si lo piensas bien, ella nunca ha usado un cajero automático, nunca ha tenido un teléfono móvil», ha explicado Tetreault, según recoge la cadena CNN.

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La más joven de los discípulos de Manson fue arrestada en 1969. A finales de ese ejercicio, todos los integrantes de la secta habían sido detenidos y encausados. «El Mago», como era llamado el líder del grupo, murió en prisión en 2017 a los 83 años, convertido en uno de los delincuentes más famosos del siglo XX en EE UU por dirigir una matanza que aterrorizó a Los Ángeles en el verano de 1969. Manson ordenó el asesinato de siete personas -él nunca ejecutó algún homicidio- bajo la intención de iniciar una guerra racial.

Aunque la 'Familia Manson' tenía un centenar de seguidores, la mayoría de ellos eran mujeres jóvenes, sólo catorce (cinco ya han muerto) estuvieron involucrados directamente en los delitos. Sin embargo dos fueron eximidas de ir a la cárcel por declarar en contra de la secta. De los participantes, doce fueron condenados a prisión, pero sólo cuatro permanecen entre rejas, cumpliendo cadena perpetua tras haberles negado en varias ocasiones la libertad condicional. El resto cumplieron su sentencia o se les concedió la salvedad a su pena, como en el caso de Van Houten.