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diana martínez
Jueves, 19 de enero 2023, 20:00
La red de mentiras del congresista republicano George Santos, que logró a primeros de año incorporarse a la Cámara de Representantes del Capitolio, no para de crecer. Este jueves volvió a ser el centro de atención mediático tras salir a la luz que el representante ... de Nueva York y Long Island compitió como 'drag queen' en concursos de belleza brasileños hace quince años, según recoge Reuters. Lo ha confirmado una artista brasileña de 58 años que usa el nombre de 'drag' Eula Rochard, y una foto en la que se la aprecia junto a Santos, maquillado y con un vestido rojo en un espectáculo de travestis en la playa de Icaraí en 2008.
En su declaración, afirma que se hizo amiga del congresista, abiertamente homosexual, cuando se vestía como travesti en 2005 en el primer desfile del orgullo gay en Niterói, un suburbio de Río de Janeiro. Tres años después, añade, compitió en un concurso de belleza drag en la capital brasileña. La agencia Reuters cita a otra fuente de Niterói que conocía a Santos, quien, alega, participaba en diversos concursos con la aspiración de ser «Miss Gay Río de Janeiro». Santos negó tales afirmaciones en su cuenta de Twitter. Son «categóricamente falsas», arguyó, ante lo que señaló que «no me distraeré ni me perturbaré por esto».
Pero no es el único motivo por el que el republicano ha colmado las portadas. En un tuit llegó a afirmar que «el 11 de septiembre se cobró la vida» de su madre, Fátima Devolder, cuando en realidad falleció en 2016. Este jueves, sin embargo, un informe confirmó que la mujer ni siquiera se encontraba en las Torres Gemelas en el momento del atentado.
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De acuerdo con 'The Forward', un medio al que le dio eco el 'The Washington Post', no hay registros que indiquen su presencia en el ataque terrorista de 2001. De hecho, el informe señala que Devolder solicitó su visado para entrar a Estados Unidos desde Brasil, donde residía, en febrero de 2003. Y la mujer alegó en el trámite que no había pisado suelo estadounidense desde 1999.
Santos se ha enfrentado a numerosas peticiones de 'colegas' republicanos para que renuncie por las elevadas mentiras que ha soltado con el paso de los años sobre su carrera y vida. Entre las más destacables se encuentran la de ser descendiente de un rico, birracial (en parte negro) y judío ucraniano descendiente de sobrevivientes del Holocausto. También dijo haber contribuido a desarrollar tecnología de captura de carbono, trabajado en empresas como Goldman Sachs y Citigroup, así como tener títulos de Baruch College y la Universidad de Nueva York. Numerosas investigaciones de la prensa confirmaron la inexistencia de registros sobre él en ninguna de estas instancias.
El congresista tampoco ha podido explicar de dónde salieron los 700.000 dólares, que definió como 'fondos propios', con los que financió su campaña electoral. Y es que dos años antes aseguró en un informe financiero no tener activos ni ingresos relevantes. Tras salir a la luz esta gran red de mentiras, Santos admitió ser culpable de haber 'embellecido' su currículum, pero no de ser «un criminal que defraudó al país inventando un personaje ficticio» para ser elegido.
Varios congresistas republicanos pidieron de nuevo a Santos que dimitiera el miércoles de la semana pasada. Desde entonces, la lista de voces críticas no ha hecho más que aumentar. El último en hacerlo fue Max Miller, el pasado jueves, que apeló a «los máximos niveles de honestidad y fiabilidad» que se le presuponen a un congresista. «No está bien inventar o mentir por intereses políticos», recalcó. No obstante, el apodado 'mentiroso' hizo caso omiso, señalando que fue elegido para servir a los ciudadanos, «no al partido ni a los políticos».
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