Borrar
El asesinato del presidente forma parte del imaginario popular del siglo XX y ha estado siempre sembrado de teorías conspirativas. EFE
El complot que dura 59 años

El complot que dura 59 años

La desclasificación de otros 13.000 documentos sobre el magnicidio de John F. Kennedy no desvela de momento grandes secretos. Salen Cuba y la URSS, pero nada se aclara sobre si hubo otro tirador. Las decenas de teorías de la conspiración siguen vigentes

Caroline Conejero

Nueva York

Sábado, 31 de diciembre 2022, 19:31

Cuando el 22 de noviembre de 1963 el presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, fue asesinado en Dallas y el mundo sufrió una conmoción sin precedentes, pocos podían imaginar que 59 años después de aquel magnicidio la polémica sobre su autoría seguiría totalmente abierta. El gran interés suscitado por la publicación, hace quince días, de otros 13.000 documentos desclasificados de la CIA relacionados con el crimen revela mucho de la obsesión de los norteamericanos por uno de los misterios políticos aún sin resolver más debatidos de la historia del país.

A disposición del público en los Archivos Nacionales, historiadores y observadores, escépticos sobre la historia oficial del tirador único, bucean entre esos 13.000 documentos nunca antes vistos –y los 1.500 que había desclasificado Joe Biden a finales del pasado año– con la esperanza de encontrar más información sobre cuánto sabían la CIA y el FBI, y cuánto se ocultó sobre la investigación al resto de la Humanidad.

La conclusión oficial a la que llegó en 1964 la famosa comisión Warren, creada a instancias del entonces presidente Lyndon B. Johnson, sostiene que en plena guerra fría un joven problemático, llamado Lee Harvey Oswald, actuó con un rifle adquirido por correo y fue el único responsable de un asesinato que cambió el curso de la historia del país. Una afirmación que nunca se ha sostenido a los ojos del gran público.

La mayor controversia, recogida en películas como la famosa 'JFK' de Oliver Stone, la suscita el hecho de que Oswald actuara solo, sin el concurso de otros tiradores que podían haber intervenido en el asesinato ese día. Los defensores de la existencia de una conspiración encuentran argumentos en el pasado de Oswald, que aparece vinculado tanto a la Unión Soviética y al partido comunista, como a los servicios secretos estadounidenses. El tercer punto de las conclusiones de la comisión Warren también suscitó polémica al hablar de una «bala mágica», dada la inverosímil trayectoria que, según los escépticos, debió seguir el proyectil para causar las heridas descritas en las dos víctimas del magnicidio.

La colección de materiales investigados, circulares, cables e instrucciones contiene más de 5 millones de páginas, la mayor parte de las cuales ya estaban a disposición del público desde 1990. El crimen, sin embargo, continúa rodeado de misterio. R. C.

'Sólo para ojos secretos'

Los nuevos documentos desclasificados en dos tandas por la presidencia de Joe Biden incluyen cables secretos, memorandos internos y otros documentos de la CIA que analizan las visitas de Lee Harvey Oswald a las embajadas soviética y cubana en Ciudad de México, información que ya se conocía pero que nunca había sido completamente explicada. Durante su visita solo dos meses antes de cometer el asesinato, Oswald fue a la embajada de Cuba y se reunió con algunos funcionarios en su intento de obtener una visa para viajar a Cuba y luego a la Unión Soviética.

Entre las nuevas revelaciones obtenidas por los investigadores del caso se encuentra un informe de la CIA que describe una llamada telefónica, interceptada el 28 de septiembre de 1963, realizada por Lee Harvey Oswald a la embajada soviética. Durante su visita, otro cable de la CIA informa sobre su conversación en la embajada con un oficial de la KGB en su esfuerzo para conseguir una visa al país.

En un informe del 3 de octubre, más de un mes antes del asesinato, se constata que Oswald regresó a Estados Unidos a través de un cruce en la frontera con Texas. Otro informe revela, además, que la oficina del FBI en Dallas recibió una amenaza contra la vida de Oswald, ya detenido, el 23 de noviembre de 1963, la noche antes de que Jack Ruby le disparara y matara en el sótano de la sede de la Policía de Dallas, cuando era trasladado a declarar a los tribunales, un asesinato grabado en directo por la televisión y emitido a todo el país. La voz de hombre en el otro lado de la línea afirmaba ser «miembro de un comité organizado para matar a Oswald».

Después del asesinato de Kennedy, las autoridades mexicanas arrestaron a una compatriota empleada de la embajada cubana con quien Oswald se había comunicado, que declaró que el norteamericano se había declarado comunista y admirador de Castro, según otro cable. Un documento de la CIA marcado como 'Sólo para ojos secretos' rastrea también las tramas del Gobierno de EE UU para asesinar al entonces líder cubano Fidel Castro, incluido un complot de 1960 que implicaba el uso del inframundo criminal con contactos dentro de Cuba.

El asesinato del presidente Kennedy en sí y el secretismo en torno a la investigación del Gobierno han desatado intensas especulaciones y teorías de conspiración que involucran a organizaciones tan variadas como el FBI, la CIA, el Ejército, la mafia, el KGB, Castro o incluso el vicepresidente Johnson. También alguna combinación de éstas.

La creencia general entre el público es que hubo gato encerrado. Desde la eliminación inmediata de Oswald a manos de Ruby, hasta la falta de credibilidad de la teoría de un solo tirador con una 'bala mágica' y la imposibilidad de que pudiera causar semejante destrucción.

De hecho, el ex fiscal de distrito de Los Ángeles Vincent Bugliosi llegó a estimar en un momento que un total de 42 grupos, 82 asesinos y 214 personas habían sido acusadas en varias teorías de conspiración sobre el asesinato de Kennedy.

Un rifle Carcano Modelo 91/38, tal y como fue utilizado por Lee Harvey Oswald, en un museo en Dallas, Texas. Vista de la ventana en el sexto piso del edificio del Depósito de Libros desde donde supuestamente Oswald disparó contra Kennedy. Foto de Oswald tras su detención. AFP / EFE / REUTERS
Imagen secundaria 1 - Un rifle Carcano Modelo 91/38, tal y como fue utilizado por Lee Harvey Oswald, en un museo en Dallas, Texas. Vista de la ventana en el sexto piso del edificio del Depósito de Libros desde donde supuestamente Oswald disparó contra Kennedy. Foto de Oswald tras su detención.
Imagen secundaria 2 - Un rifle Carcano Modelo 91/38, tal y como fue utilizado por Lee Harvey Oswald, en un museo en Dallas, Texas. Vista de la ventana en el sexto piso del edificio del Depósito de Libros desde donde supuestamente Oswald disparó contra Kennedy. Foto de Oswald tras su detención.

Conspiración

El éxito de la película 'JFK' de Oliver Stone, cuya premisa sugería una gran conspiración del Gobierno detrás del asesinato, ayudó a motivar al Congreso de los Estados Unidos a promulgar la Ley de recopilación de registros en 1992. La mayor parte, cerca de un 88%, de la masiva colección que abarca un total de unos cinco millones de páginas, ha estado disponible al público en los Archivos Nacionales desde finales de la década de 1990.

En 2017 el entonces presidente, Donald Trump, bloqueó la publicación de cientos de registros objetando las preocupaciones del FBI y la CIA de que pudieran crear un «daño potencialmente irreversible». La decisión del presidente Joe Biden de reanudar la publicación de los archivos desclasificados de la CIA ha sido recibida favorablemente por los expertos en el caso.

«La profunda tragedia nacional del asesinato del presidente Kennedy continúa resonando en la historia estadounidense y en la memoria de tantos estadounidenses que estaban vivos en ese terrible día; mientras tanto, la necesidad de proteger los registros relacionados con el asesinato se ha debilitado con el paso del tiempo», dijo la Casa Blanca en un memorándum el pasado 15 de diciembre.

Los demás, en junio

Biden dijo en el memorándum que los Archivos Nacionales y otras agencias tienen hasta mayo de 2023 para revisar los documentos privados restantes. Después de eso, «cualquier información retenida del discurso público que las agencias no recomienden para un aplazamiento continuo» se publicará antes del 30 de junio de 2023.

Larry Sabato, autor de 'The Kennedy Half Century: The Presidency, Assassination, and Lasting Legacy of John F. Kennedy', aseguró a CNN que si bien puede haber algunos diamantes ocultos a lo largo del documento publicado, no habrá nada que cambie lo que pasó ese día en 1963. «No va a cambiar la historia», dijo sobre los documentos recién desclasificados. «No lo hará. Te lo garantizo».

También identificó un documento de la Administración Nacional de Archivos y Registros que decía que a partir de este mes, 28 registros en la resolución JFK siguen «no localizados». «Admisiones como esta última son las que alimentan las teorías de conspiración», dijo Sabato.

Una escena del crimen fabricada

La investigación del magnicidio fue contaminada desde el primer momento por agentes del Gobierno federal. Desde la autopsia, el escenario de un tirador único, hasta los tres disparos y la 'bala mágica', todo fue fabricado. Las pesquisas de docenas de investigadores independientes han desmontado la versión oficial de la Comisión Warren a través del escrutinio metódico de los archivos y de entrevistas a testigos descartados de la versión oficial.

La adulteración de los hechos arrancó en la misma oficina forense de Dallas, donde las autoridades interrumpieron la autopsia y se llevaron ilegalmente el cadáver. Los médicos fueron forzados a cambiar sus informes en los que aludían a que el impacto provenía del frente, no de la espalda, lo que implicaba más de un tirador, y por extensión, un escenario conspirativo que había que ocultar a toda costa.

Se falsearon las fotos de la autopsia en las que la cabeza aparecía casi intacta (la conocida película de súper 8 de Abraham Zapruder evidencia el daño de los múltiples disparos). La teoría oficial de la llamada 'bala mágica' revela asimismo serias inconsistencias: habría atravesado a dos hombres, colisionado en 2 huesos y causado 7 heridas, tras lo cual permanecía asombrosamente sin mácula. Por si fuera poco, la cadena de custodia del proyectil fue violada en su trayecto de Dallas a Washington.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja El complot que dura 59 años