Biden y Harris reaparecen para confirmar la magnitud de la derrota

En su discurso en el anfiteatro del memorial, Biden invocó las palabras de Abraham Lincoln, exhortando al país a «unirse como nación» para «sanar las heridas» y continuar el esfuerzo de crear una «unión más perfecta». Aprovechó también su intervención para defender su historial en los asuntos de veteranos, incluidas la reducción de la falta de vivienda y la aprobación de la Ley PACT, que expande la sanidad y los beneficios para los militares retirados.

Mencionó también la gestión de la retirada de tropas de Afganistán, que se convirtió en una de las mayores críticas de los republicanos durante la campaña. El demócrata señaló que después de que cuatro presidentes no tomaran la decisión después la muerte de Osama bin Laden, se decidió a no dejarlo en «manos de un quinto».

A pesar de la incuestionable derrota en las presidenciales, Biden elogió a Harris por llevar a cabo una campaña «inspiradora» y alentó a los estadounidenses a «bajar la temperatura». Pero los ánimos dentro del Partido Demócrata parecen más bien encendidos a medida que moderados y progresistas se culpan unos a otros por el desastre.

Al tiempo que el examen postmortem sobre las causas de la aplastante fracaso se dirimen, la pregunta fundamental se centra en si fue la política o más bien las guerras culturales, el factor que llevó a la alienación de los trabajadores. La línea de argumentación de los progresistas, encabezada por Bernie Sanders, afirma que la formación ha abandonado a la clase media, mientras que la de los liberales conservadores, como Nancy Pelosi, culpan a Biden y a su equipo por haber ocultado su vulnerabilidad cognitiva al electorado y al partido, y no haberse retirado mucho antes.

En una implacable crítica a los demócratas tras las elecciones, la principal voz progresista del Congreso, el senador Bernie Sanders, señaló que el traspiés «no fue una sorpresa», sino una consecuencia de la defensa del status quo por parte del liderazgo demócrata, lo que enfureció a los votantes que querían un cambio. «Y tienen razón», señaló al citar la desigualdad salarial y los altos costos de la sanidad como algunos de los temas que los demócratas han ignorado en su campaña.