Biden se desploma como favorito en la carrera demócrata a la Casa Blanca

Los réditos de haber sido el vicepresidente de Obama empiezan a disiparse ante el brillo de los otros candidatos que despuntan. Allí donde reinaba con 31 puntos de ventaja sobre el siguiente rival, sólo tenía cinco puntos de ventaja sobre Bernie Sanders después de conocerse los resultados de Iowa, según una encuesta del 'Charleston Post and Courier'. New Hampshire acabará con cualquier margen e igualará el campo. Luego vendrán los caucus de Nevada, donde los hispanos y los sindicatos que controlan a los trabajadores de los casinos harán girar la ruleta.

El problema de Biden es que su mayor carta ha sido la del voto útil, tras convencer de que sólo un moderado como él, con experiencia y grandes activos políticos, podía ganar a Trump. El presidente parecía temerle, a juzgar por lo lejos que llegó para chantajear a Ucrania y lograr que le salpicase con acusaciones de nepotismo, pero ya ni Trump le critica.

El lunes, durante el cierre de campaña, eran los seguidores de Sanders los que competían en número con los que había logrado reunir Trump. «¿Buti qué?», se mofaba del alcalde gay de South Bend (Indiana), cuyo apellido de origen maltés le resulta impronunciable. Pete Buttigieg, de 38 años, recoge la leña del árbol de Biden, para presentarse como el centro que también disputa la senadora de Minnesota Amy Klobuchar.

Hay otro candidato en el que confía el ala derecha del partido para evitar que un «socialista» como Sanders les represente en noviembre: Michael Bloomberg, el millonario que compite a golpe de chequera poniendo anuncios por todo el país. Sin hacer campaña en los primeros Estados de la contienda, el fundador de la agencia económica aprovecha la red que creó para luchar contra las armas y alimenta la incógnita al no poner a prueba su tirón en las urnas hasta que el 3 de marzo llegue el Supermartes. Bloomberg sigue haciendo cálculos matemáticos para reunir el mayor número de delegados para la Convención, algo que ya intentó -sin éxito- en 2012 otro alcalde neoyorquino, Rudy Giuliani.

Por el camino ha tenido que disculparse con los afroamericanos por haber dado alas a un programa policial que perjudicó especialmente a negros e hispanos. A los hispanos les propone una reforma migratoria a la antigua usanza para legalizar su situación y a todos, en general, un hombre de negocios con más millones que el que tienen ahora en la Casa Blanca.